Delfina Gerez Bosco pasó de Telefe a El Trece tentada por una importante propuesta: ser parte del nuevo magazine de la tarde de los sábados junto a Maru Botana, Sergio Lapegüe y el Rifle Varela.
Pero el programa “Sábado en Casa” no arrancó bien. El rating no fue bueno y la conducción peor aún. Maru y Lapegüe nunca se entendieron, mostraron evidentes desinteligencias y dudas, y tampoco se llevan muy bien al aire.
En cuanto al trabajo de la modelo arrecifeña, la producción fue poco seria. Encargada de los móviles en exteriores, a Delfina el primer sábado le armaron el móvil en el mismo estudio, porque llovía… Y el segundo sábado, en la misma puerta del canal. Sus intervenciones fueron muy pocas; debió limitarse sólo a sonreír.
Ante un programa que no levanta, no mide y no encuentra el rumbo, la sorpresa fue que el productor, Marcos Gorbán, decidió prescindir de la morocha. Estaba claro que Delfina no era el problema, y eso se vio en el tercer programa, ya sin ella, que midió menos aún que los anteriores: sólo 5 puntos.
Ahora Gérez Bosco trata de recuperar otras ofertas de trabajo que descartó por la propuesta de El Trece. Quedó sin laburo y aún sin cobrar. Y tampoco tiene derecho a patalear. Reclamar mucho le significará que Endemol y el canal de Constitución le hagan cerrar otras puertas. Es la tele de hoy…