La medida entrará en vigencia el 1°de julio de 2019.
La Ley Nacional fue fundamental para reconocer el trabajo de las amas de casa y el empleo doméstico como cuidadoras o en tareas de limpieza, en general informal. Esta norma permitió que sean reconocidas en su derecho e incluidas en el régimen previsional como trabajadoras, que lo son.
“En este marco de ajuste, y considerando la desigual distribución ocupacional y del trabajo no remunerado, la decisión de eliminar la moratoria jubilatoria a las mujeres se parece a un castigo patriarcal”, expresó Julia Strada, doctora en Economía. “El presidente Mauricio Macri y su gabinete diseñaron un plan de obstáculos para quienes se quieren jubilar antes de la fecha de caducidad”.
LA LEY DE MORATORIA
La Ley nacional de Moratoria fue un proyecto que se sancionó en 1995 pero recién la implementó el entonces presidente Néstor Kirchner en 2006. Esto implicaba que las mujeres que tenían 60 años y no llegaban a tener los 30 años de aportes pudieran comprar años con un sistema de planes de pago muy accesible. Con este mecanismo se acogieron a este régimen previsional alrededor de 4 millones de personas en todo el país, según datos del ANSES.
Casi un millón ochocientas mil mujeres se jubilaron por moratoria previsional a ley N° 24.476 desde 2006. Pero esta medida, que benefició a mujeres entre 60 y 65 años con menos de 30 años de aportes para que pudieran jubilarse, dejará de estar vigente para nuevas solicitudes el próximo 23 de julio.
“La moratoria es la decisión política de reconocer a la jubilación como un derecho. Es decir, reconocer al trabajo más allá de los aportes o no, porque la persona que trabajó, independientemente de la regularidad o no, hizo un aporte a la sociedad con su trabajo. En ese sentido, es fundamental para las amas de casa y es un reconocimiento al empleo doméstico, porque, valga la redundancia, se les reconoce el trabajo para reproducir la fuerza de trabajo” definió Eva Sacco, economista y miembro del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
DATOS LABORALES FEMENINOS
Las mujeres tienen una doble jornada laboral (se estima según el INDEC que destinan 6 horas promedio por día a tareas domésticas), pero solo perciben ingresos por una jornada, que tiene –por otro lado– menos horas que la de los varones y, por ende, se traduce en la percepción de ingresos menores. Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, el 62% de las inserciones laborales asociadas al cuidado están ocupadas por mujeres, mientras que sólo el porcentaje restante, el 38%, ocupan a los hombres. Como contracara: el 94% de las ocupaciones no asociadas al cuidado las realizan hombres y solo el 4% mujeres. Esto muestra la división de tareas en el hogar: la atención de la salud, la educación, la realización de servicios sociales y el trabajo doméstico son, bajo la óptica patriarcal, tareas asignadas a las mujeres”. Otro elemento clave es que la mayor tasa de no registración en las mujeres, que supera en 5 puntos a la de los varones. Hay 36,4% de mujeres con empleo no registrado y 31,9% de hombres con empleo no registrado.