Sergio Massa viajó este sábado a Arrecifes y se reunió con el intendente Daniel Bolinaga. En ese encuentro sellaron el acuerdo para que el político más importante de la historia de nuestra ciudad se sume a las filas del Frente Renovador. Hubo elogios mutuos.
La noticia fue nota del diario Clarín de este domingo, que lo reflejó de la siguiente manera:
Daniel Bolinaga es el intendente de Arrecifes, un pueblo ubicado al noreste de la provincia de Buenos Aires, con cerca de 25 mil habitantes.
Gobernó por primera vez allí en la época menemista, luego fue legislador y ahora transita por su segundo período consecutivo al frente del municipio, al que llegó en ambas ocasiones con la boleta del Frente par la Victoria. En términos de votos, Arrecifes no representa demasiado pero, desde lo simbólico, al menos para Sergio Massa, sí: desde ayer, Bolinaga forma parte del Frente Renovador y el diputado ya suma 80 jefes comunales aliados en todo el país. Hace apenas unos días, el intendente había negado que pensara saltar del universo K al massismo.
Antes de la foto con Massa, que se concretó ayer al mediodía en un campo de las afueras de Arrecifes, Bolinaga llamó al gobernador Daniel Scioli y al presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y les anunció que tenía resuelto cambiar de camiseta: “Les dije que quería tener futuro en la política y que Sergio es el hombre que puede conducir ese proceso por coraje y convicción. La gente de bien da la cara y fue lo que hice antes integrarme al Frente”, contó el intendente a Clarín.
¿Pero no lo había negado hace poco?
“Bueno, es que aún no lo tenía definido”, se excusó. La movida se veía venir cuando el intendente salió a la calle de su pueblo con mesas en las que promocionaba el No al anteproyecto de reforma del Código Penal.
Massa gozó el gesto de su nuevo aliado. Scioli es, desde que se quebró la relación con él, en las horas previas al cierre de listas de las últimas legislativas, el destinatario de muchos de los pasos del Frente Renovador. El diputado aspira a ir, paulatinamente, quitándole poder en los territorios pensando en la pelea de 2015. Cree que así podrá desgastarlo y dejarlo con poco margen de negociación cuando la Casa Rosada evalúe su estrategia electoral. Massa sostiene en privado que su rival directo pasará a ser, en contra de lo que dicen las encuestas, Hermes Binner o el candidato que salga vencedor de la interna de socialistas, radicales, Proyecto Sur y la Coalición Cívica.
La estrategia massista consiste en replicar el modelo que lo llevó a derrotar al oficialismo en las urnas. “Nuestra alianza es con los intendentes porque son los que más cerca están de la gente, los que conocen sus problemas y con los que se pueden conseguir soluciones”, dijo Massa tras sellar el vínculo con Bolinaga. Y agregó: “Es interesante lo de Bolinaga porque es un hombre de referencia en esta región bonaerense de todos aquellos que están mirando como se mueve la política”. En otras palabras: Massa buscará seguir “comiéndole” intendentes al kirchnerismo. Los gobernadores, hasta ahora –salvo el cordobés José Manuel de la Sota– no han hecho el mínimo gesto de acercamiento.
Los armadores del diputado esperan arribar, antes del Mundial, a un acuerdo con otros 20 intendentes de distintos puntos del país.
El número simbólico de 100 sería celebrado con una foto, probablemente en Tigre, con la que se pueda exhibir la construcción del Frente. Después de eso, y cuando la Copa del Mundo haya quedado atrás, Massa lanzará su candidatura a la presidencia, tal como adelantó Clarín una semana atrás.