Muchos arrecifeños sienten que desde hace años la ciudad no progresa, se encuentra estancada en muchos aspectos. Y hasta en algunos, involuciona.
En este 17 de agosto, conmemoración del 174º aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, precisamente el Monumento al General San Martín se muestra como una particular metáfora de la decadencia de Arrecifes.
La obra escultor marplatense Hidelberg Ferrino, erigida en el cruce de las avenidas Merlassino y Libertador San Martín/Lavalle, fue inaugurada en 1969 con la figura del prócer argentino parada sobre una base revestida en mármol.
En 2017 esas valiosas placas de marmol fueron retiradas y reemplazadas por cerámicos, que cada tanto se despegaban, se rompían y eran repuestas; hasta que en 2023 algunas de cayeron y así quedó: el monumento deslucido mostrando en partes el revoque de fondo.
Ahora, en 2024, pensando en que el Monumento a San Martín debía estar en condiciones para este 17 de agosto, hace unos días la Municipalidad anunció “importantes trabajos de reparación y embellecimiento“. Finalizadas esas tareas, se observa que el mármol quedó en la historia y ya ni siquiera está revestido por cerámicas. La alta base del monumento muestra ahora sólo revoque pintado de gris.
La pérdida de valor escultórico del Monumento al Libertador de América es apenas un detalle que no tiene relación alguna con el desarrollo de una ciudad; pero quizás sí sea un símbolo involuntario de la degradación de nuestro querido Arrecifes.