En el segundo semestre de 2018 se registraron más de 50 despidos en Arrecifes, ciudad que no es ajena a la difícil situación económica y laboral que vive nuestro país y que se traduce en el reiterado cierre de comercios, empresas e industrias.
Si bien en nuestra ciudad, por no contar con grandes fábricas que empleen a mucha gente, parecería que los despidos no impactan tanto. No obstante, cinco por un lado, tres por el otro, uno en distintos comercios, la gente que se va quedando sin trabajo sigue sumándose en Arrecifes.
En la última semana se conocieron suspensiones y despidos en pymes relacionados con la confección, debido a la falta de producción. También en otras empresas (algunas muy tradicionales) se ha despedido a gente con muchísimos años de trabajo y sin la posibilidad de acordar las indemnizaciones correspondientes.
La situación excede a empresas y empleados, ya que las firmas no echan porque se les antoja y no abonan las correspondientes indemnizaciones por querer perjudicar a nadie. Es porque no pueden, porque no tienen trabajo, por la enorme recesión. Y los empleados quedan en la calle, en la mayoría de los casos sin sustento económico y con muy pocas posibilidades de reinsertarse en el mercado.
Estas políticas económicas, que no cambian y se profundizan, están llevando también a nuestra ciudad a una situación crítica.