Lo ocurrido anoche en el Concejo Deliberante de Arrecifes es otro hecho grave, vergonzoso y oscuro protagonizado por la Unión Cívica Radical, partido que fuera ejemplo de honestidad, transparencia y defensa de la democracia.
Trataremos de resumir cronológicamente lo que viene pasando en nuestra ciudad desde que Javier Olaeta es intendente, en conceptos sencillos:
Imaginate una empresa de la que vos sos dueño y en la que ponés el dinero. Elegís a un gerente, en este caso el Intendente. Ese gerente hace lo que quiere con tu plata, que no va adonde debe ir y desaparece en gran número.
Lo primero que hacés, como dueño, es pedirle a tu gerente que te muestre los números. Esto es lo que hizo el Concejo Deliberante en innumerables oportunidades.
Tu gerente se niega, no te da bola. Se lo pedís mil veces y no te muestra nada.
Le das un ultimátum, como le dio el Concejo al Intendente en la última sesión de agosto. Aunque nunca te haya contestado, esperás a ver si ahora lo hace. Los socios de tu gerente (concejales radicales, de Olaeta) están de acuerdo.
Al gerente le sigue importando nada y sigue sin responder, mientras continúan sucediéndose situaciones irregulares con cientos de millones de pesos que son tuyos.
Al Concejo Deliberante, entonces, no le queda otra que cumplir con su obligación (demasiado tardó) que es defenderte a vos, al pueblo, al dueño de la empresa que sería la ciudad.
Eso fue lo que intentó anoche la oposición: conformar una Comisión Investigadora, que sólo busca que se muestren los papeles, los números, y que el gerente diga qué hizo con la fortuna que falta.
Si no hubiera nada raro, si todo fuera correcto y trasnparente, este pedido de la oposición no traería ningún problema. Viene el Intendente, muestra que todo está bien, que nadie robó nada y listo.
Lo grave dentro de la gravedad es que los concejales radicales Martín Reddy, Paqui Bóveda, Melisa Ferrari, Soledad Martínez y Rubén San Juan votaron en contra de que se le muestren los números a la sociedad, a los dueños de la ciudad que les pagan el sueldo a ellos. Parece loco, ¿no?
Cuando el Intendente ya no puede seguir negándose (porque constituiría una falta grave, que podría terminar en su destitución), aparecieron sus cómplices, sus encubridores. No se puede calificarlos de otro modo, porque no pueden explicar por qué “se inmolan” para evitar que los arrecifeños conozcan los números de la Municipalidad.
En el camino de la transparecia, de pedir lo que corresponde, siguieron los mismos de siempre: Sebastián Reigosa, Jorge Eterovich, Daniel Bolinaga, Gonzalo Peralta, Tana Di Palma, Roxana Valdata, Fernando Bouvier y Gabriela Giraudo. Ellos aprobaron el pedido de Comisión Investigadora.
Pero como se necesita el voto de diez de los 14 concejales y la votación fue 8 a 5, los dueños del pueblo (vos, como ciudadano, y el resto de tus vecinos) seguirán sin saber cuánta es la deuda que tiene tu empresa y quién se llevó esa plata.
Si sumamos ocho y cinco, da 13 no 14. Falta un concejal y es Javier Braña, quien hace más de un mes que no va al Concejo…
Esta oscura gestión municipal, la más nefasta de la historia de Arrecifes, se retirará el 10 de diciembre dejándonos a todos los arrecifeños una deuda aproximada de mil millones de pesos, que nadie sabe adónde están.
Los resposables tienen nombre y apellido. No sólo es el Intendente sino también sus concejales que lo cubren o son cómplices. Sacá vos tus propias conclusiones y no te preguntes más porqué arrecifes está como está.