Entre lunes y martes, el Gobierno nacional liquidó más de u$s 300 millones de las reservas del Banco Central para intentar frenar la subida de la moneda estadounidense. Ni así lo consiguió, ya que hoy el dólar siguió trepando y quebró la barrera de los $ 32, acentuando la crisis económica y endeudando cada vez más a la Argentina.
Paralelamente, el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, pidió al FMI que adelante en septiembre los u$s 3.000 millones previstos en el acuerdo Stand By y las tasas siguen rondando el 45% anual.
Esto da como resultado que los precios de los productos básicos continúen aumentando y el poder adquisitivo de los trabajadores argentinos siga cayendo, en un contexto inflacionario que apunta superar el 40% a fin de año.
En Arrecifes, comerciantes de distintos rubros coinciden en que las mercaderías que adquieren para la venta les aumentan hasta dos veces por semana y la situación comienza a tornarse insostenible.
En medio de esta crisis, la educación pública está de paro en todos los niveles y las protestas en las calles de Buenos Aires son masivas. El panorama se torna cada vez más feo con un Gobierno nacional que sigue errando pronósticos y las consecuencias de sus desaciertos son graves.
La investigación por “los cuadernos” y la corrupción en el Gobierno anterior es otra historia. Se encuentre lo que se encuentre o no se encuentre nada, sean culpables o no, la actual conducción del país le sigue produciendo un daño muy grande a la gente.