La Municipalidad de Arrecifes informó hoy que se plantaron 40 ejemplares de árboles frutales en la “planta de recuperación de residuos”, llevando a cabo la “forestación de terrenos recuperados”.
“Reemplazando ejemplares añejos caídos e incendiados, personal municipal perteneciente a Servicios Generales y cooperativistas del área Espacios Verdes, plantaron ejemplares de pelones, duraznos, damascos, mandarinas, naranjas y limones, totalizando 40, que son cuidados por el encargado de mantenimiento del lugar”, agrega el comunicado.
Ante inquietudes al respecto de oyentes de RADIO UNO (107.1), consultamos a ingenieros ambientales y forestales, que calificaron de “peligrosa” la plantación de frutales en ese tipo de terrenos debido a la contaminación de los suelos. “Mucho más a metros de un basural, como se ha hecho en Arrecifes”.
“Desde lo técnico y en materia de salud ambiental no se recomienda de ninguna manera -y tampoco está legislada- la producción de estas especies frutales sobre un relleno sanitario. Ni siquiera es aconsejado en compostajes estabilizados durante más de 25 o 30 años. Decididamente no se puede producir algo que dé frutos alimentarios. Es muy peligroso si esos frutos se consumen”, aseguran.
Esta afirmación se basa en numerosos estudios que indican “la descomposición anaeróbica de los residuos orgánicos al interior del relleno libera agua y ésta acarrea consigo contaminantes diversos (entre ellos metales pesados) y microorganismos de los demás residuos. Asimismo, el relleno sanitario es un reactor anaeróbico que genera biogás, cuya principal composición es el metano, gas que si se elimina a la atmósfera es altamente contaminante. Todo esto se esparce por las capas del suelo y es absorbido por las plantas que se siembren”.
Los expertos añaden que “es cierto que una de las principales técnicas para la recuperación y reutilización del sector es la reforestación, previa y debidamente estudiada por profesionales firmemente involucrados en el tema. Pero nunca con la plantación de frutales. En este caso deberían colocar carteles de advertencia de que los frutos no son aptos para consumo humano, aunque de todas formas es un riesgo. Y más allá de todo esto, no se le encuentra sentido a plantar árboles que den frutos que no se puedan consumir”.