Comunicado de la Municipalidad de Arrecifes:
Como cada 8 de mayo, hoy se celebra el Día de la Virgen de Luján, la patrona de los argentinos.
Su historia comienza en el año 1630, cuando un hacendado portugués que vivía en Santiago del Estero le pidió a un compatriota que le enviara desde Brasil una imagen de la Inmaculada Concepción de María.
El amigo envió dos imágenes para que pudiera elegir, pero al llegar al puerto de Buenos Aires, desde donde partirían hacia el destino final, una de las carretas que las llevaba se detuvo inexplicablemente en Zelaya, partido de Pilar, provincia de Buenos Aires.
Al intentar mover el vehículo, los vecinos de la zona quisieron conocer el contenido de los cajones y se encontraron con la imagen de la Virgen que quedó depositada a orillas del Río Luján.
Los conductores supusieron que la carreta no avanzaba por la carga. Sacaron el peso, pero la carreta no se movía. Entonces extrajeron el cajón de la Virgen, y ahí sí pudieron avanzar. La acción se repitió una y otra vez. Al cargar la virgen, la carreta se detenía. Entonces, llegaron a la conclusión de que la Virgen quería quedarse en esa orilla.
Fue entonces que la gente llevó la imagen de la Virgen hasta la estancia más cercana, donde quedó instalada en una ermita hasta que se le hiciera una capilla.
Los hechos sucedieron en la zona de Pilar, donde subsiste todavía un vado del río Luján conocido como Pasaje de la Virgen, ubicado a cinco leguas de la actual Basílica.
En ese sitio provisorio, durante los primeros años, la Virgen recibía regalos y ofrendas muy valiosos para la gente de campo, como ganado vacuno o lanar. Esta es la razón por la que se la llamó “La Virgen Gaucha”.