Entre el jueves por la noche y la madrugada del viernes se produjo un salvaje robo en una vivienda del paraje La Estrella, donde al menos dos delincuentes encapuchados redujeron, maniataron y golpearon a una familia constituida por dos adultos, un adolescente, tres niñas y un bebe de 10 meses.
Este paraje está ubicado sobre ruta 191 entre los distritos de San Pedro y Arrecifes, y ll campo asaltado sobre el kilómetro 22.
Según relató la víctima en el programa sampedrino Sin Galera, él llegaba al campo “cerca de las 23:20” cuando, al bajar de su camioneta para ingresar a la vivienda, salieron del interior “dos personas a cara tapada” que hacía más de una hora encontraban en el interior con la familia reducida.
“Yo llegué y ya estaba toda mi familia encerrada, no me dieron tiempo para nada”, contó Rodrigo y precisó que para él los dos ladrones contaban con un auto de apoyo que habría quedado registrado por las cámaras de seguridad.
Los delincuentes reclamaban dinero. “Venían con la idea de encontrar plata y la realidad es que en el campo no se maneja efectivo, es todo con débito. Yo tenía 1.400 pesos”, dijo Rodrigo para luego detallar: “Me golpearon, me pegaron un par de patadas en la cabeza y en la espalda. Me pisaron”.
“Me dijeron que yo tenía plata para darles y yo no, no tengo plata”, insistió la víctima para luego detallar que le mostró su celular a los ladrones con los movimientos bancarios. “Miraban, iban a la otra habitación y hablaban con Valeria (la mujer de Rodrígo)”, a modo de corroborar lo que leían.
“Yo estaba atado en una habitación al fondo, mi hijo en otra habitación y mi señora Valeria en otra habitación con las tres nenas y el bebe de 10 meses. Cuándo entraron a Valeria la ataron de pies y manos hasta que en un momento el bebé empezó y la soltaron”, relató y completó: “Mis nenas pidieron agua y le dieron agua, le llevaron la comida al cuarto, le cerraron la puerta devuelta”.
Después de ese gesto volvieron con las amenazas. “Dame la plata o le corto un dedo a tu hijo”, le decían a Rodrigo que reveló que los delincuentes revolvieron el freezer en busca de dinero.
Después de tres horas los ladrones dijeron “en un ratito nos vamos” y luego se escuchó que buscaban cosas chiquitas. Se escuchó la puerta de la camioneta y se fueron.
Fue el hijo de Rodrigo el encargado de subirse a una fumigadora para trasladarse al campo de un vecino y dar aviso de lo que había sucedido. La camioneta robada fue encontrada en el ingreso del camino El Chaparral.
Fuente: La Opinión de San Pedro