Pocas localidades tienen tan arraigado el sentido de pertenencia como Viña, el pueblito del partido de Arrecifes cuya gente se siente orgullosa de su tierra y la defiende con uñas y dientes.
Quizás se diferencia con Todd en que a esta localidad, que ha crecido mucho en los últimos años, se sumó gente que no es nativa y que eligió un modo de vida más tranquilo, en otro pueblito muy agradable.
Los viñenses con casi todos nacidos allí, con padres, abuelos y hasta bisabuelos pioneros en la urbanización de la tierra que limita con Pergamino.
Eso, quizás, explique algo del enorme trabajo que la gente del Club Central Argentino de Viña realizó para la concreción del brillante Patio Cervecero “Central Beer” del último sábado.
En esta segunda edición se superó el éxito del año anterior, con más de mil personas disfrutando de una noche magnífica, donde todo salió perfecto porque ellos se ocuparon dedicadamente de no dejar ningún detalle librado al azar.
Los integrantes de su comisión directiva y muchos colaboradores se ocuparon absolutamente de todo. Desde cocinar, servir, contratar los shows, vender las entradas, poner en condiciones y decorar el patio del club, preocuparse personalmente porque los concurrentes se sintieran bien atendidos y cómodos.
Y es absolutamente inusual encontrar en una fiesta nocturna, con puestos de cerveza artesanal como principales protagonistas, a chicos y chicas y hombres y mujeres de tan diferentes edades disfrutando de los mismos shows, la misma música, la misma bebida.
Desde nenes de 2 y 3 años jugando en los inflables hasta matrimonios de 80 años de edad sentados en sillas compartiendo la diversión. De 15, de 20, de 30, de 40, de 50, de 60… de las edades que buscaras compartiendo con el mismo objetivo: divertirse sanamente y con buena energía.
Todo impecable, todo perfecto, todo armonioso, todos bailando juntos sin que exista ni el más mínimo problema. Esto se logra cuando las cosas se hacen con inteligencia, con dedicación, con amor y, fundamentalmente, con sentido de pertenencia. Porque los viñenses no tomaron esto como un gran evento público sino que invitaron a mil personas “a su casa”. Y fueron los mejores anfitriones. Un ejemplo.
UN PÁRRAFO APARTE PARA LOS SHOWS
Los chicos de Isabella, la banda de Rancagua, presentaron un show musical de calidad muy aplaudido. Pero fundamentalmente la banda JPA fue muy importante para el éxito de la fiesta, porque entendieron el objetivo, porque ‘leyeron’ al público y porque lograron un clima maravilloso a través de su música y su buena onda para lograr la participación de la gente. De acuerdo a eso, uno imagina que JPA seguirá siendo parte de este Patio Cervecero que pide a gritos una nueva pronta edición.
Foto: Alejandra Oviedo