(Por la Lic. Yanina Cotarelo) ¿Te ha pasado que mientras estás disfrutando de un encuentro íntimo y sentís que estás bien arriba, por ejemplo, pero justo en ese momento a él se le ocurre cambiarte de posición o cambiar el movimiento o el tiempo? Seguramente en ese instante sentís como que te quitan de ese mundo fantástico en el que estabas viajando, para eyectarte a la cama y ver la realidad de toda la escena. ¿Y tu orgasmo? Simplemente se ha ido y no te queda otra que volver a comenzar todo desde cero.
¿Qué es lo que sucede que todas las mujeres padecimos de esta frustración alguna vez y ellos parecen no darse cuenta de esto, continuando muy entusiasmados?
El placer femenino y el masculino son diferentes. Éste es el punto que puede producir conflicto o hacer una melodía de ritmo y acción.
Los hombres, cuando se excitan, van subiendo por una escalera, escalón por escalón. Y en la cima de la misma se encuentra alojado el orgasmo. Cada vez que ponen el pie en un escalón se encuentran más excitados y con mayor proximidad a la llegada del orgasmo. Esto significa que en circunstancias normales el placer nunca baja.
La estrategia que utilizan para alargar la llegada al orgasmo es detenerse en ese escalón, haciendo cambios de posiciones, cortando el movimiento o cambiándolo.
Las mujeres tenemos un placer que se basa en el ritmo y se dibuja como si fueran ondas que se propagan hacia adelante como un espiral. Una vez que la mujer se encuentra excitada y va camino hacia el orgasmo, se ha conseguido un ritmo determinado que tiene que ver con el tiempo y la repetición del movimiento. De esta forma alcanza el orgasmo.
Cuando el movimiento, el tiempo, es interrumpido o modificado es como si se dibujara una línea similar a la de la muerte, no existe placer, por lo tanto se regresa al punto de partida.
¿Por qué el hombre suele modificar el movimiento y el contacto justo en el momento que estamos sintiendo que agarramos el orgasmo con nuestras manos?
Al elevarse el nivel de excitación, la temperatura corporal también aumenta de manera que él siente mayor estimulación, lo que a su vez incrementa el deseo de eyacular. Es entonces cuando decide realizar modificaciones que le permitan seguir disfrutando por más tiempo.
Que funcione o que no funcione va a depender en gran parte de la comunicación de la pareja. No te olvides que la sexualidad es una forma de comunicación que, para poder disfrutar al máximo, deberás ir descubriendo y haciendo códigos propios con tu pareja.
Lic. Yanina Cotarelo | Psicóloga – sexóloga
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