ENTRE LA POLÍTICA Y LA VERDAD
Este 1º de julio mostré y conté en un video la situación de la Escuela de Educación Técnica, que tuvo que derivar a sus alumnos a otros establecimientos por tener la caldera rota desde principios de 2020. En más de un año y medio no tuvieron respuestas de la Municipalidad de Arrecifes, pese a que recibe del Gobierno provincial más de 5 millones de pesos mensuales por el Fondo Educativo, precisamente para afrontar situaciones como ésta.
Muy rápidamente, una solicitada firmada por “el equipo de conducción de la Escuela Técnica”, sin nombres propios, intentó desacreditar mis afirmaciones con el único interés de defender la gestión del intendente Javier Olaeta, asegurando que no se había realizado ningún reclamo.
Yo trabajo en política y no me escondo, voy de frente y con la verdad. De hecho, uno de mis compromisos como concejal es controlar la gestión municipal, observando este tipo de situaciones, y defender a nuestros vecinos y a nuestras instituciones.
Eso hice y no mentí. Queda demostrado en la captura de pantalla con la que acompaño esta nota, donde se lee al director de la Escuela Técnica, Pablo Lette, asegurando en un grupo de Whatsapp que “se comenzó a reclamar por la puesta en marcha de la caldera en el mes de marzo de 2020”.
Si observan esa imagen, desde su propio teléfono celular el director Pablo Lette firma como “equipo de conducción”, la misma firma de la solicitada intentando desmentirme para proteger al Intendente.
Los vecinos de Arrecifes pueden estar de acuerdo o no con mi manera de hacer política, lo que no es una mala palabra sino mi obligación. La política ejercida con responsabilidad es necesaria y saludable, aunque cualquiera tiene el derecho y la libertad de criticarme.
Con lo que yo no puedo estar de acuerdo nunca es con que se utilice a una institución ejemplar como la Escuela de Educación Técnica de Arrecifes para hacer política, como lo hace su director Pablo Lette involucrando a sus compañeros directivos y docentes y hasta a los propios alumnos y padres.
El Sr. Lette puede desarrollar su conocida militancia radical también con total libertad y con todo el derecho el mundo. Lo que creo no debe hacer es esconderse detrás del prestigioso establecimiento educativo que conduce, utilizándolo para ello.
Acá lo importante es que se repare la caldera, que la Técnica vuelva a funcionar como históricamente lo hizo y que sus alumnos no padezcan las bajas temperaturas con las ventanas abiertas como lo exigen los protocolos ante la pandemia.
Lo que piense políticamente yo o lo que piense políticamente Pablo Lette no interesa. La primera gran diferencia que tenemos con él es que yo soy político y hago política, y él es director de un establecimiento educativo y hace política. Y la segunda, es que yo digo la verdad.