La semana pasada se aprobó en el Honorable Concejo Deliberante el despacho que invita al Ejecutivo a sumar a Arrecifes entre los “Municipios libres de humo”.
El pedido, que surge de la necesidad concreta de una paciente oncológica, es el resultado de la desidia de todos estos años: en Arrecifes se fuma en lugares cerrados, sin importar a quién tenemos al lado.
Por cáncer, por embarazo, por asma, o el simple hecho de no querer cenar, bailar o tomar una copa en una nube de humo; sería inteligente de nuestra parte pensar en la necesidad ajena –no sólo en nuestras ganas de fumar– y saber qué hay personas que no están pudiendo desarrollar normalmente su vida, por el egoísmo de quienes eligen fumar en espacios cerrados.
Que nos avergüence un instante que una paciente oncológica haya tenido que reaccionar y decir “hey! Acá estoy yo! No fumen al lado mío que quiero vivir”; y que como sociedad asumamos el compromiso de cambiar hábitos culturales de antaño, como fumar sin importar dónde, sabiendo que ser “libres de humo” hace años es una iniciativa súper extendida en toda la Argentina.
María Bulla