Mediante un decreto, el presidente Javier Milei puso fin al impuesto que históricamente cobró SADAIC por poner música en salones privados, comercios y fiestas. De este modo, se caen también los juicios iniciados por ese sindicato a quienes acumulaban deudas del injusto gravamen.
Tampoco se podrá realizar inspecciones de ningún tipo pra ver “qué música o radio están poniendo”.
“No existe representación o ejecución pública cuando la misma (reunión con pluralidad de personas) se desarrolla en un ámbito privado, sea éste de ocupación permanente o temporal”, manifiesta el decreto. Fin del curro.