Tanto quienes conocían a Romina Moreno como quienes no, se habían identificado con su lucha. Las cadenas de oración sumaban cada vez a más gente, transmitiéndose de unos a otros la bonhomía y sencillez que caracterizaban a esta joven de 38 años.
Romina transitó los primeros días con Covid-19 en su casa y luego debió ser internada en el Hospital Municipal. Su cuadro de diabetes había complicado mucho su estado de salud, pero la peleó hasta el final con todas sus fuerzas.
Incluso cuando ya todo parecía perdido llegó la diálisis que su sistema renal necesitaba con urgencia y abrió una nueva esperanza. Pero no fue suficiente.
Lamentablemente, María Romina Moreno falleció en la noche de este jueves y se convirtió en la octava vida arrecifeña que se lleva el coronavirus; quizás la que más impacto y dolor causó por ser la más joven y por todo el contexto señalado.
Que en paz descanse. Una profunda tristeza invade a toda la comunidad cada vez más castigada, como todo el mundo. Pero parece que los arrecifeños lamentablemente necesitamos de golpes más duros para tomar conciencia de la gravedad de la situación.