Cerca del mediodía de este sábado, cuando el cielo estaba despejando y se pronostica un soleado domingo, la Liga de Fútbol de Arrecifes resolvió suspender dos encuentros de la sexta fecha del Torneo Apertura.
Quizás resulta lógica la suspensión del encuentro que debía disputarse hoy sábado, entre San Francisco y Huracán, porque el campo de juego del Estadio Municipal puede no estar recuperado de las últimas lluvias.
Lo que suena extraño es la suspensión también de Brown-Boca, que deberían jugar el domingo a las 16:30 en cancha de Obras, y que no se haya actuado como se hace habitualmente, de aguardar hasta el domingo a la mañana para resolver los partidos de ese día; fundamentalmente porque el pronóstico meteorológico indica que no lloverá ni sábado ni domingo.
Las contradicciones no terminan acá, porque los tres partidos restantes del domingo (dos en el Estadio y uno en Carmen de Areco) hasta el momento se juegan. Para ellos sí se aguardará hasta mañana para tomar la decisión.
La gente de la Peña de Boca Juniors es la más molesta con esta -se entiende- apresurada decisión. No está para nada de acuerdo. Plantean que si se suspende su partido, deberían suspender también el resto. No entienden cómo, en la misma ciudad y a la misma hora, en una cancha se jugaría y en la otra no. Sus directivos insisten en levantar la suspensión y aguardar hasta el domingo a la mañana. “Que sea para todos por igual”, reclaman.