Arrecifes tiene una enorme tradición en grandes recibimientos a deportistas exitosos. El automovilismo le ha dado a esta pequeña ciudad en cantidad de habitantes pero muy grande en logros, muchas satisfacciones.
Tan acostumbrados están los arrecifeños a los éxitos que ya se dejó de utilizar el clásico recibimiento en autobomba a los pilotos ganadores en categorías nacionales, porque (afortunadamente) por repetidos ya dejaron de ser noticia.
Pero nunca antes, al menos que recordemos, nadie convocó tanta gente y generó tanto entusiasmo como Pablo Zabaleta en esta oportunidad. Realmente fue recibido como un héroe en la tarde/noche de este miércoles en Arrecifes.
Luego de que la selección argentina clasifique para la final del Mundial de Brasil 2014, dejando en el camino a Holanda, el intendente Daniel Bolinaga anunció que, cualquiera fuese el resultado de la final contra Alemania, enviaría un proyecto al Concejo Deliberante para declararlo “Ciudadano Ilustre de Arrecifes” y para ponerle su nombre al Estadio Municipal. Así lo hizo el último lunes y los legisladores lo aprobaron por unanimidad.
Mucho hay para contar de este recibimiento a Pablo, que se mostró generosamente dispuesto a cumplir con el asedio de miles de personas, firmando autógrafos hasta acalambrarse la mano y tomándose una cantidad de fotos realmente incontable.
Desde las 18:00 en que se subió a la autobomba de los Bomberos Voluntarios en ruta 8 y 191 hasta pasadas las 21:30 en que se retiró del Palacio Municipal (debió ser subido a un patrullero de Tránsito, porque la gente no lo dejaba ir), Zabaleta cumplió con todos los que pudo. Fue una fiesta, con música (hasta Itoki cantando el tema que le compuso), fuegos artificiales y enormes muestras de cariño y admiración. Pero mejor que hablen las fotos, que son un testimonio incontrastable.