Otro de los importantes empresarios textiles de Arrecifes habló de la crisis del sector. “Nos han metido en un combo letal, no sé si el año ya no está perdido para nosotros”, sostuvo en los estudios de Radio Uno (107.1).
En el mes de junio Oreste Bertini cumplirá 35 años ininterrumpidos en la industria textil, siendo uno de los talleres más importantes de Arrecifes. Pero ni eso lo lleva a “escapar de las generales de la ley. Somos el primer sector en empezar a tropezar y caer este combo letal en el que nos han metido con las políticas de económicas del Gobierno nacional”, se lamenta.
“Es un combo letal porque no hay consumo, hay tarifazos, una enorme presión impositiva, una política de importaciones abiertas que nos hace casi imposible competir con otras economías mundiales en las que estos factores no existen. Sumado a eso, no hay plata en la calle y la gente no compra. En este contexto, es muy difícil subsistir”, resume.
Considerado uno de los confeccionistas más respetados de Arrecifes, Bertini reconoce que en el sector textil local “estamos trabajando entre el 30 y el 50% de nuestra capacidad. A raíz de ellos nos vemos obligados a no reponer al personal que se retira, también a suspender y despedir, lamentablemente. No podemos sostener a empleados parados, sin tener la posibilidad de darles trabajo. Incluso empresas muy serias, de trayectoria, con dueños muy respetables, se están cayendo”.
Y comparte el caso de Jacinto López, quien tuvo que cerrar su taller este mes después de 45 años de trabajo: “Recuerdo que cuando Jacinto se iniciaba yo estaba trabajando en la estación de servicios Shell”.
Pese a la grave realidad que afrontan, Bertini destaca el apoyo y la preocupación de la Municipalidad de Arrecifes: “A través del director de Producción, Jorge Filighera, que se preocupa y ocupa mucho de ver cómo nos pueden ayudar. Pero también ellos tienen sus limitaciones. Está bueno que empujen, que hagan gestiones, que nos ayuden; aunque si a nivel nacional toman la decisión de llegar al déficit cero, imagino que al Intendente deben decir: ‘Mire, Olaeta, ocúpese usted'”. No es un problema de Arrecifes, es un problema de la macroeconomía decidida por nuestro presidente.
Respecto del personal que emplea en su fábrica, Oreste contó que “estamos ajustando la dotación de acuerdo a la demanda de producción. Llegué a tener 80 personas trabajando hace 8 o 10 años; a fines de 2015 contaba con 65 y hoy lamentablemente me estoy quedando con 26. Me vi obligado a realizar dos tandas de despidos. Encima, me está costando mucho conseguir trabajo para esas 26 personas”.
Coincido con lo que dijeron también en este medio Tito Pernicone, de manufactura Arrecifes, y Susana Chiarcossi: “Estamos en el día a día. Incluso a veces tenemos trabajo para hacer con las telas ya en el taller, aprobado para ejecutar, cuando la empresa que nos lo dio nos llama y nos dice que no lo van a hacer y que van a pasar a retirar las telas. Yo les pregunto si tienen algún problema con la calidad o con el precio y me responden que no, que decidieron no producir. O sea que ni de un día para el otro podés proyectar a veces. Estamos inmersos en una locura”.
“Yo creí en esta cambio que promocionaba Mauricio Macri, porque entendí que en muchos aspectos era necesario. Pero no me llevó mucho tiempo darme cuenta de que no iba a ser como dijo. Recuerdo que en 2016 ya les decía a algunos amigos que no la íbamos a pasar bien. Nuestro presidente es admirador del modelo chileno, que no tiene producción textil. Y está bueno abrirse al mundo pero está más bueno que los argentinos tengan trabajo. Esta época me hace acordar mucho al menemismo. Con el kirchnerismo yo tengo muchas diferencias, era otro el modelo, pero había trabajo”, profundizó Bertini su análisis.
“Hoy en verdad está todo parado, aunque uno tiene la esperanza de que con un mínimo de impulso la industria textil vuelva a arrancar, porque es la que más rápidamente se recupera. Pero la realidad es que tengo clientes que que estuvieron dos temporadas sin darme trabajo, ya que deciden vender los stocks que tienen, no renovar pese al cambio de temporadas”.
Bertini fue consultado sobre un tema incómodo para los empresarios textiles locales, ya que muchas veces se los acusa de ser los responsables de que no se instalen grandes industrias en Arrecifes. El argumento sería que ellos pagan poco a sus empleados, que son una especie de explotadores, y que si vinieran empresas grandes que generen puestos de trabajo y paguen mejores sueldos, los confeccionistas se quedarían sin personal.
Oreste también respondió a eso:
“Claro que lo he escuchado muchas veces, incluso en lugares públicos me han acusado ‘vos y fulanito, etcétera, etcétera’. Es un gran mito, que me causa gracia si estoy de buen humor y me enoja mucho si no lo estoy tanto.
Se nos ha querido desprestigiar acusándonos insólitamente de frenar la llegada de grandes fábricas, como Arcor, por ejemplo. Es una mentira absoluta. Mirá que nosotros vamos a tener el poder de frenar a empresas de esa magnitud. ¿Nosotros vamos a torcerle el brazo a Pagani, el dueño de Arcor, por citar un caso?, aparte de no haberlo pretendido nunca. No resiste el más mínimo análisis”.
Bertini se explaya más aún sobre estas críticas: “Pasa que algún vivillo habrá tirado esa versión hace muchos años y hay gente que la creyó. Después, un joven candidato a intendente tomó la bandera de esa mentira y en dos campañas electorales dijo que se había peleado con todos los textiles defendiendo esta situación que me preguntan. Y jamás, pero jamás, siquiera levantó un teléfono para hablar con ninguno de nosotros.
Cuando gente como Hugo Arraña (hoy retirado), Roberto Chiarcossi, Cristian Aldazabal y yo, por citar algunos, estábamos pateando la calle iniciándonos en esto como podíamos, él era un pibe que apenas gateaba o estaba jugando a la pelota no andaba en bicicleta. No conoce nada del rubro, pero intentó ganar votos con eso, apelando a la confrontación, pensando quizás que así tendría a más gente de su lado”.
Sobre el futuro inmediato, Bertini se mostró más preocupado aún: “No sé si el año no está perdido ya ahora. Necesitamos alentar a nuestra gente, que nos banca, pero la realidad se hace muy difícil. Volvió la bicicleta financiera, lamentablemente es así”.