En los últimos meses ha aumentado la inseguridad en Arrecifes, fundamentalmente con reiterados delitos sobre la propiedad. Pero lo que más preocupa a los vecinos es la ola de robo de motos en la vía pública.
Casi todos los días se produce un hecho de este tipo, y la poca policía con la que contamos no da abasto en la lucha contra los ladrones.
El problema, como siempre, es que si los agarran salen enseguida, ya que no se aplica ningún tipo de pena por estos robos. “A veces tardamos más nosotros en terminar los papeles de la aprehensión que ellos en salir”, coinciden los efectivos.
La semana pasada, por caso, agarraron a un nene de 13 años llevándose una moto que había sustraído. El menor, al verse perseguido por la policía, largó la moto y salió corriendo intentando escapar. Hubo que llevarlo a su casa y luego terminar los trámites del hecho.
Tampoco nadie se pregunta por qué un niño de tan temprana edad sale a robar a la calle; por qué lo hace, qué le pasa, con quién vive y en qué condiciones. No hay ningún tipo de asistencia. Así, la rueda será interminable.