La gestión del intendente Daniel Bolinaga se caracterizó, desde su regreso en 2007, por poner en condiciones calles y espacios públicos de la ciudad que mostraban un importante abandono. La imagen de Arrecifes mejoró muchísimo; entre otras cosas, hermoseó la Avenida Intendente Blanco, recuperó un magnífico espacio público en la zona del Molino y la ciudad lucía limpia y prolija.
Pero esto parece haber quedado en el pasado. Especialmente desde que el Intendente se pasó al Frente Renovador. A partir de allí la respuesta comenzó a ser “no me corresponde”. Los ingresos a la ciudad están totalmente abandonados, dan pena y una imagen muy fea de Arrecifes. Pero “no me corresponde” mantener limpios y prolijos los canteros de la ruta 51 porque es provincial; sin embargo, es un trabajo que siempre había hecho la Municipalidad.
“No me corresponden” los altísimos yuyos de la zona de ruta 8 yendo de Arrecifes hacia Pergamino porque es una ruta nacional.
“No me corresponde” mantener el enlace de ruta 191 que pasa frente al Circuito Costanero porque es una ruta provincial.
Pero todo es Arrecifes, la ciudad que debe mantener esta gestión municipal, y en medio de tantos yuyos y basura viven vecinos de nuestra ciudad. Imagínense que no se le podría pedir a la Presidenta o al Gobernador que se hagan cargo de mantener esos sectores en todas las ciudades de la provincia y/o del país.
En esa tónica, podría ser que “tampoco le corresponda” a la Municipalidad mantener el barrio La Cumbre, hoy abandonadísimo, porque allí comenzó a funcionar el CIC que conduce Tana Di Palma. Y así podríamos seguir.
Es una pena que se piense y se actúe así porque la ciudad hoy muestra una muy mala imagen hacia quienes la visitan y, lo peor, los vecinos padecen a diario la dejadez y la suciedad. Sería hora que la Municipalidad entienda que, más allá de que “le corresponda” o no, la gente no tiene la culpa si un dirigente político decide estar en un partido y no se lleva bien con otro de otro partido. Esos son problemas de ellos, y no los debe pagar el vecino.