La vida de Priscila Basualdo se apagó en el anochecer de este viernes, a sus jóvenes 39 años, luego de darle una dura y larga batalla al cáncer hasta el último día. Ironías de la vida: justo en el Día del Cáncer de Mama, lo que ella sufría.
Pero Priscila no sólo luchó contra su enfermedad durante años, con una fortaleza admirable, recorriendo miles de kilómetros en viajes para su tratamiento y padeciendo todas y cada una de las sabidas consecuencias que este mal de mierda produce sobre las personas. Ella también peleaba por ayudar a otras personas que estaban en su misma situación.
Siempre con garra y un optimismo que a veces se le hacía muy pesado sostener, le hizo frente todo el tiempo. Incluso transmitiendo esperanza ella a su castigada madre, Alicia, y a su grupo familiar y de amigos.
En un momento encontró alivio y mejor calidad de vida con el aceite de cannabis y se convirtió en una militante de su uso. Intentó conformar un grupo en Arrecifes para que otros enfermos de cáncer pudieran acceder a ese mismo bienestar. Pero lamentablemente no pudo -casi solita- con todo.
Nuestro respeto a su familia y amigos, y nuestro mejor recuerdo hacia una mujer admirable.
Por decisión propia, los restos de Priscila no serán velados. Este lunes serán cremados. No obstante, su alma cargada de una energía increíble permanecerá entre todos quienes la conocimos.