Melany Jazmín De la Cruz Montero, de apenas 17 años de edad, fue elegida el último domingo Reina de la Primavera de Arrecifes 2019.
La decisión de los jurados fue unánime, ya que fue la mejor puntuada por los cinco. Su belleza, su soltura, su carisma y su tez morena marcaron la diferencia sobre las 21 participantes restantes. Precisamente esa diferencia que ella creó le iba a jugar en contra…
“Sinceramente, no esperaba ser elegida. Cuando estaba en la pasarela me veía muy diferente a las otras chicas, todas muy bonitas; me parecía que yo no encajaba”, confesó Melany en Radio Uno (107.1), de visita en los estudios acompañada por la coordinadora de reinas, Pirucha Alfaro.
La flamante reina cursa 5º año en la Nueva Escuela Secundaria y tiene una historia de vida muy rica y particular, además de una asombrosa madurez y claridad para contarla:
“Nací en Santo Domingo, República Dominicana. Cuando tenía 4 años de edad mi madre se vino a la Argentina y cinco años después me dijo si quería venirme con ella. De inmediato le dije que sí. Pasamos unos meses en Rojas y luego nos radicamos en Arrecifes, una ciudad maravillosa que me recibió con una enorme calidez, la misma que me demuestran hasta hoy”.
“Gracias a Dios nunca me tocó sufrir bullyng. De pequeña, en la escuela, sólo una vez un nene se burló de mí color de piel, pero una compañera, Brenda Ríos, se pintó la cara de negro con un corcho y le dijo ‘si ella es negra, yo también lo soy’. Fue una hermosa actitud de ella, una persona que quiero mucho y con la que siempre nos hablamos”.
Mely ama la música: bailar, cantar y tocar la guitarra:
“Los dominicanos llevamos la música en la sangre, es algo cultural y genético. En mi país nació el merengue, que es un ritmo que se comenzó a bailar obligadamente. Ocurre que en esa época estábamos dominados por Haití y los esclavos estaban encadenados de a dos por los pies y las manos; entonces, para bailar no les quedaba otra opción que hacer los mismos movimientos a la par. Así fue que surgió el merengue.
Acá bailo en la academia The World Dance, de Noelia Obregón, quien además me convenció para presentarme en el desfile de la primavera. A Noelia le agradezco todo lo que a diario hace por mí y por el resto de las chicas del grupo; realmente somos una familia.
Respecto del canto y los instrumentos, cuando llegué a la Argentina vi a un gaucho tocando una guitarra y me quedé embelesada. Dije ‘yo quiero hacer eso’, y fui juntando de a 10 y 20 pesos hasta que logré reunir el dinero necesario para comprar una guitarra. Iba poniendo la plata en un frasco y no la toqué hasta que junté lo que hacía falta”.
Con los pies muy firmes sobre la tierra, la bella morena tiene en claro que su futuro pasa por el estudio y por el momento no piensa en el modelaje:
“Quiero centrar mi futuro en el estudio. Me encanta la cocina internacional y voy a estudiar para ser cheff. Seguramente me vuelva a mi país para ello, ya que allí tengo más posibilidades: en Santo Domingo tengo una casa que es de mi madre y toda mi familia, además de no tener que viajar para estudiar. Sinceramente no me gusta para nada irme a Buenos Aires, es una ciudad a la que le tengo miedo. Por otro lado, no quiero cargarme de obligaciones porque si me exijo en hacer muchas cosas, no lo disfruto”.
La Reina de la Primavera hasta septiembre de 2020 no oculta su orgullo y admiración cuando habla de su madre:
“Vivo con mi madre en una casa que ella misma está construyendo con sus manos, literalmente. Ella solita levanta las paredes, hace las conexiones eléctricas, así como todo en su vida. Se ha hecho cargo de sus hijos sin ayuda de nadie y afronta todo con una fortaleza admirable. Mi madre es mi mundo, es todo para mí. A mi padre lo amo, no tengo ningún problema con él, pero no puedo compararlo con la dimensión que tiene mi madre como mujer y como persona. No es para nada demostrativa, no muestra nunca sus sentimientos. Jamás la he visto llorar: ni cuando murió su padre ni para mis 15, ni siquiera de emoción… Jaja. Algunos de mis amigos le tienen miedo, pero ella es así, es muy cerrada. No habla, predica con el ejemplo. La admiro y la amo profundamente”, cierra hasta emocionada al hablar de quien es su ejemplo de vida.