En la sesión especial de ayer del Concejo Deliberante, los concejales de la oposición mantuvieron su coherencia de juntarse para rechazar todo lo que venga del Gobierno municipal e hicieron lo propio con la rendición de cuentas 2011, tal como lo habían hecho con la de 2010, que luego el Tribunal de Cuentas aprobó.
Los motivos por los que la rechazaron son para llevar la contra. Y seguramente el Tribunal de Cuentas volverá a aprobarla, a contramano de los concejales opositores, que ya preocupan por su falta de conocimiento y complican el progreso de la ciudad. Nunca tan bien puesto el rótulo de opositores.