En un comunicado emitido la semana pasada por la Municipalidad de Arrecifes, se relató una reunión que el intendente Javier Olaeta mantuvo con la Junta Vecinal de Villa Sanguinetti.
Según se explicó, el motivo fundamental fue explicarles a sus integrantes por qué aún no se concretó la obra de asfalto de ocho cuadras en ese barrio. Allí, el jefe comunal responsabilizó a los concejales de la oposición por haber rechazado una licitación que le adjudicaba ese trabajo a la empresa SANIFER S.A. de la ciudad de Pergamino.
Y para muestra de que SANIFER puede perfectamente realizar una obra de ese tipo, Olaeta contó que: “Aun así, en una posterior licitación (Licitación Pública N° 5 del año 2022) Sanifer Pergamino SA presentó una oferta, al igual que la empresa Cuacom SRL, para llevar adelante las obras de pavimentación en distintas calles de la ciudad (Australia; Brasil; Saavedra; Rivadavia; Camarasa; Carlos Félix y Antártida Argentina), las cuales ya se encuentran pavimentadas”.
EXTRAÑA LICITACIÓN
Al detenernos en este diario en la licitación puesta como ejemplo por el Intendente, la número 5 del año 2022, para “adquisición de mano de obra y materiales para la construcción de 5494 m2 de pavimento asfáltico”, llaman mucho la atención los importes que figuran en la documentación oficial.
El decreto 483/22 del 27 de julio de este año, cita textualmente que la firma SANIFER S.A. presupuestó por la obra licitada, $ 15.976.606,94, resultando la ganadora.
En tanto, su competidora, CUACOM S.R.L., lógicamente por la misma obra, presupuestó $ 50.132.750. Sí, nada menos que 34 millones más que SANIFER.
¿Pueden dos empresas que teóricamente se dedican a lo mismo presentarse a una licitación con tanta diferencia de dinero?
Para esta obra, la Municipalidad de Arrecifes disponía de un presupuesto aproximado a los 13 millones de pesos. ¿Cómo una firma especializada puede postularse con una pretensión de 50 millones?
MIRÁ EL DECRETO