Sin ánimo de ofender a nadie, hace tiempo que desde este diario venimos señalando grandes deficiencias en el manejo de la Liga de Fútbol de Arrecifes.
Desde que la Municipalidad comenzó a intervenir en las decisiones del ente rector, apoyado en el aporte económico que realiza, todo comenzó a desvirtuarse. Hubo conflicto con los árbitros, renuncias, cambios en la mesa directiva, una final de Apertura con show musical en el medio y el partido sin terminar, fechas que dejaron de jugarse los domingos y se disputaban en días y horarios insólitos, y demás.
La vuelta de Sportsman de Carmen de Areco al fútbol arrecifeño, luego de irse al de Salto y no ser competitivo, hizo que la dirigencia liguista aceptara varias pretensiones de los carmeños. Es que tener al Lobo en nuestra Liga, es innegable que le da mayor nivel. Pero…
A Sportsman se le dieron demasiadas atribuciones y eso generó que el Torneo Clausura de Arrecifes se defina en Carmen de Areco, en una final contra la Peña de Boca Juniors de la que muchos ni se enteraron.
Al ganarla, el Lobo, adquirió el derecho a jugar la Superfinal del año contra Villa Sanguinetti, campeón del Apertura. El orden de los partidos ¡se sorteó por Lotería Naciona! Se disputó el primero en el Estadio Pablo Zabaleta, con empate 0 a 0, y este domingo a las 20:00 se definía en Carmen.
Pero a pocas horas de jugarse, se suspendió. Sportsman no quiso jugar con árbitros de Arrecifes, que es lo que corresponde. No les gustó la terna designada. Vale aclarar que en el partido de ida dirigió Walter Trassens y lo hizo muy bien.
Los designadores, entonces, propusieron otra terna (siempre local), pero tampoco les gustó. La última opción era jugar con árbitros de afuera, a lo que Villa Sanguinetti también accedió, pero Sportsman dijo que los costos para ello eran muy altos (como locales, les corresponde hacerse cargo de los gastos y de las ganancias). De ninguna manera quisieron jugar y el partido se suspendió.
Vale decir que esto no ocurre en ningún lado. Más allá de acuerdos previos, las Ligas o Asociaciones son quienes deciden; para eso están. No puede ser que un club (que encima no es de la ciudad) haga lo que quiera a su antojo; cuando su rival de turno, en este caso Villa Sanguinetti, aceptó todo lo que quisieran con tal de jugar.
La realidad es que Sportsman no quiso presentarse en la final. Y la Liga de Fútbol de Arrecifes (si en realidad funciona como eso y no como un veedor de un campeonato de barrio), debería darle el título de Campeón 2022 a Villa. El fútbol arrecifeño no puede supeditar su rica historia “a que Sportsman (o cualquier club) se enoje”.
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