Es columnista de automovilismo en INFOBAE, el diario más leído de la Argentina, y con destacados trabajos también como redactor en la revista CORSA. Hoy se suma a los especialistas que opinan sobre este Campeonato Histórico de Pilotos de Arrecifes que “se corre por Twitter” a través de la cuenta @NotiArrecifes.
Escribe Darío Coronel:
QUE GANEN LOS DOS
Luis Rubén Di Palma y Agustín Canapino llegaron a la final del Campeonato Histórico de Pilotos de la Cuna de Campeones. Pasado, presente y futuro de la ciudad más fierrera del país.
Por un lado, el múltiple campeón, carismático e ídolo nacional que sigue siendo resistente al olvido: Luis Rubén Di Palma. Por otro, uno de los tres mejores pilotos de la actualidad, también con varios laureles en su haber y que tiene un camino de gloria con solo 30 años, Agustín Canapino. Ambos llegaron a la final del Campeonato Histórico de Pilotos de la Cuna de Campeones, una gran idea del Diario Noticias de Arrecifes.
El querido y recordado Loco Luis fue el primero de una familia que respira automovilismo y el más grande de la Dinastía. En su momento fue el ganador más joven en TC, récord que fue superado por un vecino suyo como Juan Tomás Catalán Magni, pero compartiendo la conducción del Ford de Juan Manuel Silva en los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires de 2017.
Luis fue campeón en casi todas las categorías que corrió: TC, Sport Prototipo, Fórmula 1 Mecánica Argentina, TC 2000 y Supercart.
Se lució arriba y abajo del auto siendo un buen preparador. Y ayudo a muchos de sus colegas. Hasta era un buen amigo de la prensa y siempre respondió sin casete o solía brindar muchos títulos en cada entrevista.
Pero más allá de todo fue una gran persona. También ayudó a muchos fuera del automovilismo. Incluso rescató a más de 70 personas en una inundación en Pergamino en 1995.
Agustín, en tanto, es un fiel representante de Arrecifes. Actual tetracampeón de TC. Estos títulos se suman a los 7 en el Top Race y uno en el Súper TC 2000, TC Pista y Copa Megane. Un total de 14. Está a solo dos de Juan María Traverso, el más campeón en pista a nivel nacional.
También tiene los pies sobre la tierra y nunca se olvidó de los suyos. Siempre es muy atento con la prensa. Además, muy correspondiente con sus hinchas.
Aunque tanto Di Palma como Canapino confluyen en sus historias y su estilo de manejo. Por pedido del abuelo de Agustín, Luis le dio en 1986 una chance a un joven técnico para que le atienda su VW 1500 de TC 2000: Alberto Canapino, padre del Titán y uno de los mejores chasistas.
Otro punto es su conducción. Ambos siempre le devolvieron el pago de la entrada a la gente yendo al frente. La perfecta combinación entre talento, precisión y agresividad. Esto les permitió correr siempre con códigos.
Hoy ver a Canapino es verlo a Di Palma. Automovilismo en estado puro. No escatimar a la hora de ir para adelante. Por su actitud en pista triunfó el deporte. Celebró Arrecifes. Por eso no pudo haber habido mejor final y más allá del que obtenga más votos, ambos ya ganaron.
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