Un vecino que vive en barrio Palermo sufrió dos robos en una semana en una propiedad integrada por un local y un quincho que tiene en barrio Fonavi. El lunes de la semana pasada, delincuentes ingresaron en el lugar y le llevaron varios elementos de valor, que luego estaban siendo ofrecidos para la venta.
Por la inseguridad que sufre la zona, especialmente en calle Escribano Risso, tras el robo el dueño del inmueble dejó su casa y se fue a dormir a la noche al quincho, para cuidarlo. Tres días después, los chorros entraron igual, con el durmiendo. El hombre los escuchó, reaccionó y tuvo que ponerlos a la fuga utilizando un arma blanca. Todo una locura.
Vecinos de Arrecifes trabajadores, honestos, de vidas y familias tranquilas, tienen que estar atravesando por eso. Y pese a realizar las correspondientes denuncias, al día de hoy no tiene ninguna novedad. Increible.