En la mañana de este miércoles la gente que hace interminables colas para renovar el DNI en el Registro de las Personas de nuestra ciudad se hartó y se produjo un tumulto y discusiones con las empleadas de esa oficina y entre la misma gente.
La espera ya se tornó casi inhumana: la primera persona atendida esta mañana estaba haciendo cola desde las 12 de la noche. Y durante la madrugada la fila se fue engrosando hasta extenderse por dos cuadras.
La gente tiene razón, pero las empleadas del Registro más no pueden hacer. Decididamente, el sistema como está planteado no funciona.
En el Registro están autorizados para atender 35 trámites por día. Y las empleadas, por decisión propia, lo extendieron hasta 50. Pero tampoco alcanza. A una madre que hace la cola esperando que la atiendan, por ejemplo, se le da un número; pero cuando la atienden renueva su documento y los de sus tres hijos, entonces ya son cuatro trámites. Es lógico; esta señora que tomamos como ejemplo no tiene la culpa de tener tres hijos ni puede volver cuatro veces. Las trabajadoras del Registro tampoco tienen la culpa. Y así, no se alcanza a atender a todos los que les dieron número.
También, durante la madrugada, hay gente que guarda lugares para otras personas que llegan más tarde. Y ahí se arma la discusión con los que están esperando atrás. Termina siendo un caos. Tanto, que la persona a cargo del Registro, Stella Rivero, fue agredida verbalmente y estuvo cerca de serlo también físicamente esta mañana.
Algo hay que hacer, algo hay que cambiar. La buena noticia dentro de tanto lío es que la renovación obligatoria de los DNI se prorrogó hasta el 30 de junio de 2015, lo que descomprimirá la situación.