Este martes 30 de octubre, al cumplirse 35 años de la democracia recuperada en la Argentina, el Senado de la Provincia de Buenos Aires brindó un cálido tributo a quienes fueron protagonistas trascendentes de aquel hito. El ex intendente Ramón Lorenzo fue uno de ellos.
Las instalaciones del Hall Central del Anexo del Senado, funcionaron de plataforma para este importante acontecimiento, donde la ocasión se presentó propicia para el reencuentro, el abrazo y las anécdotas de aquellos actores políticos que tuvieron la encomiable responsabilidad de reconstruir los valores democráticos y las libertades civiles.
Al tiempo que los asistentes recorrían la muestra de postales, que los transportaban a momentos imborrables de la historia de la Nación, fueron brotando desde el recuerdo aquellas imágenes que quedaron grabadas a fuego en la templanza de un país, que supo emerger en 1983 de la oscuridad que le prodigaron los duros años de la dictadura militar.
Las fotos, con la inocultable simbología que les provee la historia, muestran desde la pasión de aquel que milita en forma desinteresada, pasando por un Raúl Alfonsín rodeado de multitudes esperanzadas a las cuales les pedía comprensión y trabajo sin desmayo por la reconstrucción del país, hasta aquel gobernador Alejandro Armendáriz que contribuyó en la demolición de las paredes del Regimiento 7 de Infantería simbología del terror sepultado por la fuerza de la democracia.
En el comienzo de su alocución, Daniel Salvador abrevió: “1983 significa libertad, derechos humanos, estado de derecho y democracia”. Y fue más amplio al afirmar: “Significa República, y se encarna en Raúl Alfonsín”.
El titular del Senado refirió que 1983 representa el retorno de la Argentina al concierto de naciones civilizadas. “Aquellas que toleran y hasta alientan los disensos. Aquellas que protegen a sus minorías. Aquellas que intentan y logran convivir en paz con el resto del mundo, en general, y con sus vecinos, en particular”, completó.
Y puso de relieve la significancia de un hecho que consideró central para la vida del país: “Fue posible asegurar el traspaso democrático del Gobierno nacional. Un proceso cuyo primer gran hito fue la transferencia ordenada, legal y legítima de los gobiernos provinciales y municipales en 1987”.
“Sin dudas- continuó- aquel momento se debe en gran medida al inquebrantable espíritu democrático del entonces presidente, pero también, y valga como mi homenaje, a los gobernadores y a los intendentes de la época”.
Salvador, tomó un tiempo durante su discurso para manifestar un sentido reconocimiento para Alejandro Armendáriz y Antonio Cafiero, protagonistas ambos de aquel momento histórico.
“Y vaya también para los 134 intendentes de aquel entonces, pioneros indispensables en la concreción del objetivo republicano”, lanzó.
Uno de esos intendentes fue el recordado Ramón Lorenzo, quien volvió a conducir la Municipalidad de Arrecifes con el retorno de la democracia, electo en 1983, hasta el día de su fallecimiento, el 1º de julio de 1984.
Anteriormente había ejercido su primer período como intendente de nuestra ciudad en el año 1973, debiendo dejar el cargo tres años más tarde a raíz del Golpe de Estado que dio lugar a la dictadura más trágica de nuestra historia.
La distinción de manos del vicegobernador Daniel Salvador fue recibida por la hija de Ramón, Mónica Lorenzo, quien estuvo acompañada por familiares.