El papa Francisco, quien se encuentra internado en el Hospital Gemelli de Roma, sufrió una crisis “aislada” de broncospasmo y un “repentino” empeoramiento de su cuadro respiratorio, aunque ha respondido bien a la terapia, informó el Vaticano.
“El Santo Padre en la tarde de hoy, tras una mañana haciendo fisioterapia respiratoria y en oración en la capilla, ha presentado una crisis aislada de broncospaspo que ha determinado un episodio de vómito con inhalación y un repentino empeoramiento del cuadro respiratorio”, se lee en el boletín diario vaticano.
Los médicos necesitarán entre 24 y 48 horas para hacer una valoración sobre cómo le afectará esta crisis de broncoespasmo (repentino estrechamiento del conducto bronquial). Hasta que ello suceda, informaron que su estado es “reservado”.
Tras la crisis, sus bronquios han sido prontamente aspirados y ha empezado con la ventilación mecánica “non invasiva” con una “buena” respuesta a los intercambios gaseosos, es decir, la capacidad de los pulmones de aspirar oxígeno y devolverlo al organismo.
Jorge Bergoglio, no obstante, ha estado “siempre lúcido y orientado” y “colaborando con las maniobras terapéuticas”.