Lejos de aplacarse la curva de contagios con la restricción del horario comercial y la prohibición del uso de espacios públicos dispuestas desde el 16 de septiembre, los casos siguen creciendo exponencialmente en Arrecifes. En esa oportunidad el intendente Javier Olaeta había asegurado que “los resultados comenzarán a verse en 15 días”, pero lamentablemente la realidad contradijo sus pronósticos.
No hay información oficial al respecto, pero nuestra ciudad viene presentando desde hace aproximadamente una semana un promedio de 50 nuevos contagios diarios, en una pandemia que literalmente se salió de control a nivel local.
La situación es tan dura como lo muestra el Hospital Municipal, con la Unidad de Terapia Intensiva llena pese a alguna recuperación o un fallecimiento que liberen alguna cama, ya que la misma es ocupada por otro paciente que requiere de cuidados intensivos y, con el esfuerzo médico, es mantenido a la espera de que se libere.
En la tarde de este martes estaban repletos los dos sectores de internación destinados a Covid: el Pabellón Raúl Sánchez y el denominado Pabellón Viejo, mientras otros arrecifeños que llegaban esperaban ser atendidos.
Uno de ellos comentaba a RADIO UNO que era triste y conmovedor ver cómo las doctoras Andrea Ruiz y Gabriela Franco corrían de la Guardia a los pabellones multiplicándose para atender a todos los pacientes y cada tanto debían salir unos minutos al patio para sentarse y tomar un poco de aire.
En la mañana de hoy, en tanto, ya se internaba a una paciente en el tercer sector que se tuvo que habilitar para Covid, mientras se producía el séptimo fallecimiento. Por la tarde, producto de algunas altas, el Pabellón Sánchez continuaba lleno y el Viejo contaba con 15 camas ocupadas.
Así de dramática es la realidad en Arrecifes, y con un enorme contraste entre el esfuerzo del agotado y disminuido equipo de salud (también sufre contagios) y el desborde que se produce en otros ámbitos. Por ejemplo, más de una gran empresa que tiene varios trabajadores contagiados y no cumple con los protocolos correspondientes a tiempo, generando que el virus se desparrame entre familiares y allegados, quienes a su vez lo transportan hacia otros ámbitos.
Hoy no existe un solo arrecifeño que no tenga un contacto cercano (familiar o amigo), contagiado o aislado. El virus anda en toda la ciudad y ya es imposible de controlar.
A las 18:00 de hoy los casos totales superaban los 800 y los activos, los 250.