Ésta es una de esas historias que hacen pensar en si verdaderamente fue lo correcto o si había otra solución. Por esto, ha conmovido tanto alrededor del mundo y a su vez ha generado temas de debate sobre los derechos de los pacientes. Triste, estremecedor, valiente…
Javier Acosta fue un joven colombiano de 36 años de edad que enfrentó múltiples luchas y desafíos médicos a lo largo de su vida. En agosto del 2015 este joven sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas, pero esto no fue todo…
Fanático del fútbol, hincha de Millonarios de Colombia y de Boca Juniors, hace 5 años Javier tuvo un viaje a Melgar con sus dos mejores amigas, un niño y él. Al entrar en una piscina contrajo una bacteria en el glúteo izquierdo, la cual le llegó al hueso, derivando en Osteomielitis (una infección grave en el hueso).
Cuando fue al médico le hicieron desbridamiento y algunos estudios en el hueso para ver cuál era la bacteria que tenía. La situación se puso compleja cuando la bacteria se pasó del hueso izquierdo en el glúteo, al derecho.
Los médicos no notaron esa evolución de la bacteria en el cuerpo de Javier, tampoco salió en los estudios, lo que conllevó a que tomara más y más fuerza.
Los médicos le sugirieron que si sentía fiebre acudiera a un centro de salud. Y así fue. Debido a la fiebre y dolor en el cuerpo, el joven acudió al médico en este mismo mes de agosto; sí, muy recientemente.
Lamentablemente ya la situación era deprimente y los médicos descubrieron que la bacteria acabó con sus tejidos y huesos. Por lo que le sugirieron terminar el tratamiento y amputarle la pierna derecha, sin garantía de que esto detendría el recorrido de la bacteria.
A todo esto, realizaron nuevamente exámenes y los resultados no fueron para nada alentadores. Como si fuera poco, Javier también tenía cáncer en la sangre. Ya no había tratamiento que valiera.
El valiente bogotano hizo un vivo en redes sociales explicando a las personas su condición. También agregó que tenía un ganglio interno en su cabeza, porque la infección había llegado allí, y pronto dejaría de hablar, entre otras cosas… Por último se despidió de todos, resaltando que deja a su madre, hija y demás familiares tristes.
Javier tomó la decisión de optar por la eutanasia. Tras un doloroso proceso y lo mucho que luchó por vencer todo eso. Sus esfuerzos no fueron suficientes. Por ello, este viernes 30 de agosto a las 12:00 le fue practicado dicho procedimiento que culminaría con su vida.
Relato de @corripioo