Tras la derrota en la final de la Copa Libertadores el sábado ante Fluminense, el clima en Boca Juniors por supuesto no era el mejor. Su entrenador, Jorge Almirón, era el principal centro de las críticas pero no pensaba en renunciar. Entendía que ganando la Copa Argentina y clasificando al club para la Libertadores 2024, recuperaría el respaldo.
Pero en el vuelo desde Río de Janeiro hacia Buenos Aires, algunos referentes del plantel se acercaron al técnico para hacerle saber su desacuerdo respecto a distintas decisiones que había tomado. Fue en tono respetuoso pero a Almirón no le gustó que se lo discutiera.
Quizás luego de eso el entrenador comenzó a evaluar su salida.
Llegados a Ezeiza, Juan Román Riquelme se reunió ya este domingo con el plantel antes de darles el día libre. Allí, el vicepresidente xeneize los alentó a no bajar los brazos y pelear por lo que falta jugar en el año. Pero en ese encuentro no estuvo Almirón, con quien Riquelme no habló.
El entrenador se sintió “dejado de lado” en el post Fluminense y, casi paralelamente a la reunión entre el Vice y los jugadores, charló con su cuerpo técnico y decidió dejar el cargo.
De inmediato, Almirón se reunió con el Consejo de Fútbol y les comunicó sobre su renuncia: “Ya no tengo más para darles”, les dijo.
Los jugadores ya se habían ido a sus casas y se enteraron por las redes sociales.
Mariano Herrón (entrevador de la Reserva) se hará cargo de la primera división y dirigirá a Boca este miércoles cuando visite a San Lorenzo por la Copa de la Liga. Seguramente seguirá hasta fin de año y luego se verá.