Franco Colapinto no para de sorprender no sólo a la Argentina sino al mundo. Con un auto que no había sumado puntos en toda la temporada, el pibe de Pilar lo logró en su segunda carrera en Fórmula 1.
Este domingo, en el Gran Premio de Azerbaiyán, el argentino llegó octavo (tras largar noveno) en el dificilísimo circuito callejero de Bakú, donde manejó por primera vez, y consiguió cuatro puntos. Delante de él llegó su compañero de Williams, Alex Albon, otorgándole al equipo británico un total de 10 unidades en esta carrera, algo absolutamente impensado hasta la llegada de Colapinto.
El pilarense de 21 años de edad hizo una carrera sólida, sin errores, con una estrategia opuesta a la de Albon. Por cómo se dio la competencia, lo decidido por Williams para el tailandés resultó más acertado. Fue la única diferencia entre los dos pilotos de la escudería de Grove. Desde que se subió por primera vez al auto, Franco demostró estar en el mismo nivel que su compañero, y sin experiencia.
Colapinto hizo tres pasadas en pista: a Ricciardo, a Gasly nuevamente (como en Monza) y a Hulkenberg sobre el final; tres experimentados pilotos. Faltando dos vueltas para el final ya se había metido entre los puntos, décimo; y el choque del último giro entre Checo Pérez y Carlos Saiz lo catapultó al octavo lugar. Además, durante diez vueltas mantuvo inmediatamente atrás de él al séptuple campeón del mundo, Lewis Hamilton.
Desde 1982, hace 42 años, un piloto de nuestro país no sumaba puntos en la F-1, con Carlos Reutemann en Brasil. Franco se convirtió en el noveno argentino en la historia en lograrlo, superando a Oscar Gálvez que obtuvo dos en su única carrera en la máxima categoría.
Williams está feliz con Colapinto. Franco está feliz y el pueblo argentino está feliz y admirado de este chico fuera de serie.
La próxima carrera es el fin de semana siguiente en Singapur. Y ya empezamos a contar los días hasta que llegue.