Julio Tabares es un conocido arrecifeño que desde hace muchos años reside en Miami, Estados Unidos, y no ganó ningún título deportivo. Sí, su arribo en los 42k del Miami Marathon lo consagran nuevamente campeón de la vida; un ejemplo.
Julio tuvo cáncer, y no le teme a esa palabra porque su objetivo es concientizar sobre la importancia de su detección temprana, de controlarse, de hacerse los chequeos necesarios para ganarle, como lo hizo él.
“Gracias a Dios puedo contar mi experiencia de padecerlo, de transitarlo sintiendo la derrota día a día pero también renovando las esperanzas día a día. Fueron 15 meses sintiendo el gusto ácido de la droga, de la quimioterapia, pero con fe en Dios, con fuerza y con la compañía de mi compañera, Marcela Fiol, mi otra medicina, pude ganarle al cáncer”, comenta Julito en cada oportunidad que tiene.
Su tarea de generar conciencia no se remite sólo a un mensaje sino que, desde ese triunfo en la lucha más difícil de su vida, se volcó de lleno al atletismo con dos consignas: “Cáncer survivor” y “Never giv up” (nunca te rindas).
Fiel a sus raíces, llevó a los Estados Unidos el “JC Leiva Team USA”, en homenaje a su admirado amigo, el querido Juancito Leiva. Y con disciplina y esfuerzo físico y mental, este domingo logró la admirable proeza de correr 42 kilómetros cuando se acerca a los 60 años de edad.
La bandera celeste y blanca levantada al cruzar la meta es un símbolo de lo que podemos lograr los argentinos cuando nos lo proponemos, como lo vienen haciendo los más reconocidos deportistas de nuestro país en distintas partes del mundo.
Julio Tabares es un ejemplo; al igual que su compañera, la sarmientense Marcela Fiol. Ella también corrió y terminó la media maratón, 21 kilómetros; porque juntos, unidos en la vida, es más fácil.