Anamari Solanés Dominé es una de las cantantes más talentosas de Arrecifes, sino la más en la actualidad. Y lo demostró este sábado en un brillante show como solista en el patio del Club Argentino.
Sin compañía, sin un soporte (más allá de la tremenda banda que le puso música), la joven artista se hizo cargo sola de llevar el show a un nivel increíble.
Además de cantar, Anamari se dedicó a conducir el espectáculo y lo hizo con gran soltura y calidez. Entre tema y tema interactuó con el público y lo hizo sentir parte de la noche, relatando intimidades de la trastienda del concierto y confesiones personales.
No le pesó para nada mantener la inalterable atención de las más de 200 personas que fueron a escucharla.
Artísticamente, descolló. Es una elegida de la música. Una de las pocas que se destaca en todos los tonos, en todos ritmos, en español o en inglés, cantando con hombres o con mujeres. Canta “lo que le tiren” y siempre emociona, acompañada del ángel que le tocó llevar junto a ella en su vida.
CON TODO Y CON TODOS
A su favor, Anamari tuvo un conjunto espectacular que la acompañó. Nada menos que Adrián Charras en la producción musical y los teclados, Christian Rodríguez en percusión y Seba Rocchi y Tori Lacroze deshilachando las cuerdas. Un lujo, al igual que el sonido y la iluminación.
La segunda parte del show sumó a cantantes invitados. Todos la rompieron. Desde la experimentada Mariana Dominé (mamá y formadora de la protagonista), hasta el sorprendente Rony Cozza. Así pasaron por el escenario sus hermanas Delfina y Anastasia, Damián Verger, Valeria Porta, Germán Battellini, Nazarena Quiroga, María Eugenia Cozza, Agatha Musladino y la lujosa pergaminense Verónica González. Voces muy diferentes en ritmos disímiles, con los temas que a cada uno de ellos los favorecía. Es algo tremendamente difícil de complementar para cualquiera, salvo que te llames Anamari.
Fotos: Mario Zaccaría