Entre el hiperprofesionalismo que demanda ser piloto de IndyCar, al cual Agustín Canapino ya demostró estar a la altura, el arrecifeño no puede abstraerse de la sensación de cumplir el sueño del pibe. Y desde que debutó en la categoría más veloz del mundo -menos de dos meses-, viene saldando uno tras otro.
Es imposible para Agustín naturalizar todo lo que le está pasando, ya que le llegó el tuno de probarse nada menos que en Indianápolis, el mítico óvalo donde se corre la carrera más importante de la temporada de Indycar. Las Indy 500 este año serán el 28 de mayo, pero el argentino debe tomar su primer contacto con la pista hoy jueves, en los ensayos generales de la categoría en el autódromo más grande del planeta, ya que tiene capacidad para 300 mil espectadores (diez ciudades de Arrecifes juntas).
Las pruebas para la categoría se inician a las 11:00 hora argentina (pueden verse por Star+), pero para Canapino y el resto de los rookies (debutantes) comenzarán a las 13:00, compuestas por tres fases.
La primera será cumplir 10 vueltas al trazado de 4.000 metros del Indianapolis Motor Speedway girando a una velocidad de entre 205 y 210 millas por hora (328 y 336 km/h).
En la segunda fase tendrá que redondear 15 vueltas entre 210 y 215 millas (336 y 344 km/h). Y en la tercera deberá completar 15 vueltas a más de 215 millas por hora con su Chevrolet del Juncos Hollinger Racing. A partir de allí recién podrá comenzar a girar libremente como el resto del parque.
Lo que hasta hace pocos meses Agustín veía lejanamente por TV y jugaba con simuladores, hoy lo tiene como principal protagonista en la vida real. Sí, aún cuesta creerlo pero es la vida real, la que Alberto seguramente habrá modificado metiendo mano desde allá arriba.
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