Agustín Canapino volvió a mostrar por qué es el mejor piloto del país. Y lo hizo en sólo una vuelta en la segunda fecha de Turismo Carretera, este domingo en el autódromo neuquino de Centenario.
Marchaba quinto en un trencito de autos que no se movía desde hacía muchos giros y parecía que la carrera iba a terminar así. Pero el tetracampeón se jugó el resto en pocos metros y en dos curva sucesivas ganó otros tantos lugares. Primero sorprendió a Gastón Mazzacane y luego a Santiago Mangoni, a ambos superándolos por dentro, para llegar al tercer escalón del podio.
Más no se podía, porque el Torino del ganador Juan Cruz Benvenuti y el Ford de Mariano Werner eran inalcanzables.
Entre las virtudes que hacen “distinto” a Agustín está la de pensar las carreras, la de administrar el auto usando estrictamente lo necesario y guardando un pequeño plus para cuando haga falta. Así lo planificó y así lo ejecutó, cuando pudo superar la dura batalla que mantuvo con su vecino Valentín Aguirre.
Luego del abandono en la primera del año, Canapino ya está décimo en el campeonato, en su objetivo de meterse en los playoffs.
Valentín Aguirre llegó sexto luego de ganar la serie más rápida y largar la final desde la pole. Pero fue superado en la partida por el Fórmula 1 que tuvo Benvenuti y perdió algunos lugares en la detención obligatoria en boxes para cambiar neumáticos. El arrecifeño del JP Carrera está cuarto en el campeonato con su Dodge.
Nicolás Trosset (Dodge) arribó 18º en una final algo complicada para él. Se había clasificado 11º en sábado y estaba para más, pero su auto no mostró el mismo rendimiento el domingo.
La Chevy de Norberto Fontana no funcionó bien durante todo el fin de semana. Largó su serie desde la última fila y apenas pudo llegar 37º.
Josito Di Palma hizo una buena serie largando desde atrás y llegando octavo, pero en la final “me equivoqué y me fui afuera, una lástima. La culpa es mía, nada más”, dijo. Terminó 41º con el Dodge.
Juan Tomás Catalán Magni (Ford) abandonó cuando iban 10 vueltas de carrera.