El 1 y 2 de abril, en Texas, Agustín Canapino afrontará otro gran desafío, tan o más difícil que su debut en IndyCar llegando desde el Turismo Carretera argentino: deberá correr en un óvalo, el trazado más exigente de la categoría más veloz del mundo.
Como correr en este tipo de circuitos requiere una técnica especial, la categoría realiza una prueba de suficiencia para todos los debutantes que pretenden hacer todo el calendario (algunos sólo optan por competir en circuitos mixtos).
El arrecifeño, que compite con un Dallara-Chevrolet del Juncos Hollinger Racing regenteado por el compatriota Ricardo Juncos, será uno de los tres pilotos que enfrentará el examen este jueves en Texas. Los otros dos son el estadounidense Sting Ray Robb (Dale Coyne Racing) y el danés Benjamin Pedersen (A.J. Foyt Enterprises)
¿EN QUÉ CONSISTE EL ROOKIE TEST DEL INDYCAR?
Sin importar la experiencia previa, todos los pilotos que quieran correr en óvalos deben superar el rookie test. En esta jornada la categoría examinará todo lo que hagan los debutantes.
Se analizarán las vueltas, las líneas que toman en la pista, se escucharán las radios, deberán girar en grupo para estudiar cómo viajan en tráfico con el corte de aire y la pérdida de carga. Una vez superada esta prueba, los pilotos recibirán el OK para competir en este tipo de trazados.
Superar este ensayo también les permite pasar al “siguiente nivel”: un nuevo test evaluatorio de cara a las míticas 500 Millas de Indianápolis, la carrera más importante del IndyCar que se realiza el último domingo de mayo.