El 11 de abril de 1965, bajo una lluvia persistente, El Loco le daba pelea al Chevitú de Cupeiro y vencía con su Cupecita Chevrolet en el Autodromo Municipal “Parque Almirante Brown” de Buenos Aires.
Después de los triunfos en las Vueltas de Arrecifes y Salto, en 1964, Rubén Luis Di Palma seguía sorprendiendo con sus jóvenes 20 años al mando de la cupé Chevrolet. Y esta vez fue en el circuito N° 1 del Autódromo Municipal “Parque Almirante Brown” de la ciudad de Buenos Aires.
Así reflejaba El Gráfico el logro del ídolo de Arrecifes:
El sábado, en la clasificación, el Loco finalizó cuarto, a más de tres segundos de Jorge Cupeiro, quien seguía demostrando el potencial del auto que revolucionó al Turismo Carretera: el Chevitú.
Pero el domingo por la mañana, la ciudad porteña amaneció con lluvia y amenazaba a la jornada. Luego de varias idas y venidas de los organizadores, por el estado de la pista y la poca asistencia de público, se pusieron en marcha las series y Cupeiro ganó la primera con comodidad, mientras que Di Palma finalizaba cuarto y con problemas. “Bailaba sobre la pista como una aceituna”, describían las crónicas de la época.
Sin embargo, en la final, todo cambió. Con más público en las tribunas “que se empapó hasta los huesos”, Di Palma colocó neumáticos más blandos y, a la salida del curvón, se colocaba tercero, detrás de Cupeiro y Carmelo Galbato. La rotura de la caja de cambios (continuó en directa) le permitió al arrecifeño pasar a la segunda colocación, en el octavo giro. Y allí fue a la caza de Cupeiro…
Con una “muñeca magistral y un coraje destacable”, Di Palma luchó frenéticamente por la punta hasta alcanzarla en el undécimo paso por la recta. Cupeiro no se rindió y recuperó el liderazgo, pero Luis volvió al ataque, pegó el sorpasso en la 13° ronda y se encauzó hacia su primera victoria en el Autódromo…
33 años y medio después, el Loco conseguiría su segundo triunfo en el “Gálvez”, con un Ford… El 19° y último éxito de una leyenda del automovilismo.
Fuente: Facebook Luis Rubén Di Palma Oficial