Hoy, 28 de noviembre de 2020, se cumplen 10 años del primero de los cuatro títulos logrados por Agustín Canapino en Turismo Carretera.
Hoy se habla de si será capaz de alcanzar los siete campeonatos de Guillermo Ortelli, pero pocos años antes de esa primera corona del arrecifeño en TC, ni soñaba siquiera con compartir una pista con el Séptuple, a quien veía desde muy pequeño como un ídolo manejando autos construidos por su padre, Alberto.
Es que la campaña de Agustín ha sido (y sigue siendo) tan impredecible como natural. Porque él hizo del casco, el buzo antiflama y los guantes su mochila y uniforme escolar. Como otros deciden estudiar diferentes carreras y convertirse en profesionales, el Titán decidió estudiar piloto profesional de automovilismo. Es una carrera que no existe en las currículas pedagógicas, pero Agustín la pensó, la creó, la desarrolló, la estudió y se recibió. Literalmente.
Su vida pasa por ello y lo tuvo siempre en claro, pese a las negativas de su entorno. Y cuando uno tiene convicciones y conducta para desarrollar su talento, no hay impedimentos ni frenos.
Así fue enhebrando éxitos previos a su primer gran éxito en TC a los 20 años, convirtiéndose en el campeón más joven de la categoría, con apenas 32 carreras y en su segunda temporada en la división más importante de la Argentina.
Pasaron siete años hasta que logró “meter otros finales” en Turismo Carretera. Y lo hizo tres veces al hilo para convertirse en cuádruple campeón: 2017, 2018 y 2019.
Entretanto se dedicó a “rendir otras materias”. Y así se sacó 10 siete veces en Top Race y una vez en Super TC2000.
Y en base a ser un alumno brillante y aplicado de su propia carrera, recibió becas para cursar masters y destacarse también en el exterior, como en Brasil y Estados Unidos.
Hoy se cumplen 10 años del primer campeonato de Agustín Canapino en Turismo Carretera y 10 años de su simbólica creación de la carrera de piloto profesional de automovilismo como medio de estudio, de vida y de pasión.
Foto: Jorge Marchesín / SoloTC