El sistema de evaluación de las escuelas primarias de la provincia de Buenos Aires volverá a incluir los aplazos en las calificaciones de los estudiantes. A partir de junio, el boletín escolar sumará nuevamente el 1, 2 y 3 como puntuación según el rendimiento de cada chico. La medida fue resuelta por la gobernadora María Eugenia Vidal y regirá de cuarto a sexto grado.
La modificación fue aprobada por el Consejo General de Educación de la Provincia con cuatro votos a favor y tres en contra, a pesar de los fuertes cuestionamientos que recibió de parte de un sector de los gremios docentes. De esta forma se elimina el régimen de evaluación que impulsó el ex gobernador Daniel Scioli en 2014, el cual había quitado los aplazospor considerarlos “estigmatizantes”.
A su vez, los maestros de primero a tercer grado podrán evaluar con “insuficiente” y “aún no satisfactorio” a los más pequeños que no cumplan los objetivos o respondan adecuadamente a las consignas escolares.
El regreso al viejo sistema de evaluación trajo consigo fuertes críticas de los docentes. María Laura Torre, secretaria gremial del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), expresó su descontento con la implementación. “La verdad es que fue una medida tomada desde un escritorio. Además incluye la eliminación de la Libreta de Trayectoria que había reemplazado al tradicional boletín escolar y, en el primer ciclo escolar (de 1° a 3° grado), se modificaron las calificaciones”, expresó en diálogo con el diario La Nación.
Sin embargo, la iniciativa que impulsó el ex candidato a presidente por el Frente Para la Victoria, también había sido cuestionada en su momento por un grupo de docentes que sostenían que los jóvenes pasaban de grado sin ningún tipo de exigencia.
A la ola de críticas también se sumó el delegado Néstor Carasa, de Suteba, quien manifestó al portal El Día que “no es la metodología de calificación lo que va a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje”.
Desde el Gobierno provincial explicaron que el nuevo sistema de evaluación no “era entendido por los padres” y que a los propios docentes les costaba “explicar el criterio de calificaciones”. Sergio Siciliano, subsecretario de Educación bonaerense, aseguró: “El docente no tuvo tiempo de internalizar esa nueva forma de calificar al alumno, por eso le resultó difícil su aplicación”.