El Gobierno anunciará en las próximas horas un nuevo incremento para las tarifas de electricidad. Por su parte, las empresas petroleras también subirán los precios de los combustibles. Esto se suma al alza escalonada de los boletos de colectivo y tren que anunció el viernes pasado el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y que arranca mañana.
El nuevo cuadro tarifario para las empresas de distribución eléctrica será la consecuencia de una nueva reducción de subsidios económicos en el marco del fuerte ajuste fiscal que impulsa la administración de Mauricio Macri. Las tarifas vigentes para la distribución eléctrica caducan esta noche y el Ministerio de Energía, que conduce Javier Iguacel, ya tiene lista la autorización para que las empresas puedan aumentar. El propio titular de la cartera había anticipado recientemente que el incremento podría ubicarse entre 25% y 30%, pero desde el Gobierno no confirmaron el porcentaje aún y lo guardan bajo un fuerte hermetismo.
Esta suba no solo tendrá un impacto en los porteños y bonaerenses, sino que la variación del precio de la energía eléctrica dependerá de la zona del país en la que viva cada usuario. En las provincias serán los gobiernos regionales, que controlan a las empresas distribuidoras, las que deberán decidir el porcentaje de ajuste de tarifas de las distribución eléctrica. No obstante, como Capital Federal y Gran Buenos Aires aún hay una porción mayor de subsidios en las facturas que en otras zonas del país, los usuarios porteños y bonaerenses del GBA sentirán la reducción con más fuerza. El servicio de electricidad tiene tres componentes: generación, transporte y distribución. Los dos últimos ya llegaron al precio pleno y, en teoría, sólo deben ser ajustados por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que informa el INDEC.
Las empresas petroleras que abastecen el mercado argentino de combustibles aplicarían esta semana un incremento de precios de entre 5% y 8%, según informaron fuentes del mercado a NA. El último ajuste había sido puesto en marcha el 7 de julio por YPF y el 11 por el resto de las compañías, pero las empresas buscan ahora reducir al máximo un “atraso” del 20% en el precio de venta al público. Según sostienen, los precios de las naftas y gasoil quedaron desfasados por el fuerte aumento en el valor del dólar y también el barril de crudo a nivel internacional. El nuevo alza de precios sería aplicado a partir del miércoles o jueves, según evaluaban las petroleras en un mercado completamente liberado y sin intervención del Ministerio de Energía.
En lo que va del año, la nafta súper y el gasoil se encarecieron 22% y ahora subirían otro 5%; mientras que los combustibles premium ya se incrementaron un 27% y ahora lo harían en otro 8%. Este nuevo ajuste se registrará en medio de problemas de abastecimiento que están padeciendo las estaciones de servicio de bandera blanca y las ex Oil, dado que las principales petroleras del mercado les venden sólo por cupos. Por ese atraso del 20 por ciento en los precios en surtidor respecto de lo que subió el valor del dólar y del crudo, las petroleras priorizan el abastecimiento a las estaciones que trabajan con sus banderas.
Fuente: Perfil