La Defensoría de Pueblo de Arrecifes emitió un comunicado de prensa informando sobre la existencia de la ordenanza que regula el uso de la pirotecnia en Arrecifes, aprobada el año pasado por el Concejo Deliberante.
Esta ordenanza estuvo condenada al fracaso desde su misma aprobación, ya que no prohíbe la comercialización y el uso de pirotecnia sino que la limita a “menos de 82 decibeles”. Esto significa que la venta -relativamente- se pueda controlar, pero es imposible hacerlo con el uso ya que luego de tirarla, andá a medirle los decibeles…
En un principio la ordenanza, presentada por Cambiemos, establecía la prohibición total de pirotecnia sonora (como se aplica en otras ciudades), pero la enérgica intervención de la Cámara Argentina de Pirotecnia y de la firma Cienfuegos hizo que los concejales cedieran y la autorizaran hasta el mencionado nivel de ruido.
Además, otro apartado llamativo de la ordenanza exceptúa de toda prohibición a “los grandes espectáculos de fuegos artificio con efectos exclusivamente visuales, que impliquen estruendo o niveles sonoros superiores a lo autorizado, destinados a entretenimiento de la comunidad o conmemoración de eventos especiales, los cuales deberán contar con la autorización previa, debidamente fundada por parte del Departamento Ejecutivo Municipal, indicando fecha de la misma y lugar determinado”.
Los concejales entienden que así está bien, aunque en su debut, en las fiestas de fin de año de 2016, haya fracasado.
La Sociedad Protectora de Animales ha vuelto a reclamar la semana pasada por el incumplimiento de la ordenanza. La Municipalidad también entiende que es imposible de controlar y por ello ni siquiera ha hecho difusión alguna.
¿Consecuencia? A nadie le importa mucho de verdad el tema, así que seguiremos como siempre. El único límite es la conciencia de cada uno.