El descontrol de la nocturnidad en las calles de Arrecifes ya es conocido y reiterado, A los propietarios de cada lugar de esparcimiento se les ha exigido de todo, hasta lo que no corresponde, y cumplen a la altura de las complejas circunstancias.
En el interior de los locales las medidas de seguridad son las adecuadas y no se generan mayores problemas. Lo grave está en las calles, especialmente a la hora de salida de los bares, donde el Estado municipal ha perdido todo tipo de control de la violencia social.
Los serios incidentes son repetidos, incesantes y crecientes hasta en pleno centro de la ciudad, con una minoría de violentos que pone en riesgo a la mayoría de los jóvenes que salen a divertirse como ha ocurrido toda la vida. También lo sufren los vecinos de la zona, todos los fines de semana.
En la madrugada de este domingo se produjo otro incidente gravísimo, cuando una pelea entre dos jóvenes en la céntrica esquina de Avenida Merlassino y Ramón Lorenzo (Terminal de Ómnibus) derivó en que uno de ellos saque un arma de fuego mientras sus allegados gritaban “tirale, tirale”.
Por fortuna eso no ocurrió, pero estamos al límite de lamentar una fatalidad en calles que son tierra de nadie.