Vecinos y amigos de la familia de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado por una balacera este fin de semana en Rosario, atacaron la casa de un presunto dealer, que tendría vinculación con el homicidio y fue detenido este lunes.
Dicha casa fue identificada por la gente de la zona como un bunker vinculado al narco Cristian Carlos Villazón, alias “El Salteño”, quien, a pesar de estar detenido, continuaría manejando la droga en el barrio “Los Pumitas”, al noroeste de Rosario. En este contexto, estiman que la balacera, en la que murió Jerez y fueron heridos otros tres menores, podría haber sido un mensaje para él.
Los vecinos llegaron al lugar y comenzaron a tirar piedras y a prender fuego la casa. Ante este tumulto, uno de los hombres que ocupan la vivienda se resguardó en la terraza de la vivienda y simuló portar un arma de fuego, hasta que una piedra lo alcanzó y lo hirió.
Con martillos, machetes y otros elementos contundentes, un grupo de personas comenzaron a derribar la propiedad. Simultáneamente la saquearon, llevándose hasta aberturas y sanitarios.
A los pocos minutos, se hizo presente en el lugar la Policía de Santa Fe, que controló la situación con personal del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (G.I.R.I).