El abogado defensor Hugo Tomei adelantó este jueves que solicitará la absolución de los ocho acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa porque consideró que el hecho por el cual fueron imputados “no está probado” y que los acusadores “probaron otro hecho” durante el debate.
“Los acusadores probaron otro hecho”, afirmó Tomei al apelar a cuestiones procesales y “fácticas” referidas en los argumentos que esgrimieron los fiscales y los letrados del particular damnificado durante sus alegados, en los que pidieron reclusión perpetua para los ocho acusados.
En el inicio de su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 (TOC 1) de Dolores, el abogado de los rugbiers aseguró que sus defendidos ya habían sido “condenados por la opinión pública”.
“Contra eso es muy difícil porque es una forma de presionar al Poder Judicial. Es una forma de obtener una sentencia que tenga que ver con el criterio de la opinión pública”, señaló en el inicio de su exposición. “Hay cosas que no se hacen. En la declaración de los imputados escuchaba: ‘perpetua’, ‘asesinos’. La doctora Emilia Pertossi recibió amenazas. Padres acaban de perder el trabajo y esto es extremadamente grave”, sostuvo.
Y disparó contra los argumentos de la fiscalía y la querella: “Nunca hubo un plan para matar”.
De acuerdo con Tomei, las acusaciones no demostraron el dolo. “El perito no pudo determinar cuál de los golpes causó la muerte”, sostuvo y advirtió que “a falta de pruebas, dicen que en los siete minutos que salen del boliche, ahí acordaron el plan: falso, inverosímil o poco consistente. Nunca hubo un plan para matar, aunque no se le crea a Máximo Thomsen”.
“Los acusadores probaron otro hecho. Es fácil: ocho sujetos adultos de sexo masculino acordaron darle muerte. Lo primero es que señalan a Máximo Thomsen. Si la sentencia dice que el problema lo tuvieron los ocho, pero señala solo a uno no hay coherencia”, argumentó.
Y señaló que “no hay dudas” de que “toda la evidencia está contaminada”. “La sentencia que se pueda dictaminar va a intentar aproximarse, conozco el amor por el derecho que tienen los jueces, pero no pueden salir de una cuestión como esta”.
Sobre la declaración de los testigos, apuntó: “Algunos lloraron. Otros se abrazaron con el particular damnificado. Otros dijeron que estaban parados en la puerta de Le Brique y dijeron que no se veía, por ejemplo, la chica que practicó RCP”.
Por eso, pidió que en todo caso sus defendidos sean condenados por el delito de “homicidio en riña”, que prevé una pena máxima de seis años de prisión, o que, en su defecto, se los declare culpables por “homicidio simple con dolo eventual” y “se distribuyan las participaciones que el tribunal entienda” de cada uno, o por el delito de “homicidio preterintencional”.
E insistió: “No hay dolo, no se pudo comprobar el plan para matar en esos siete minutos, no hubo estado de indefensión, sí hubo una agresión”.