Este viernes, Agustín Canapino estuvo entre los mejores de la única práctica previa a las dos carreras de IndyCar en Iowa, el pequeño trióvalo considerado la pista corta más veloz del mundo.
Y para ir tan rápido hay que buscar los límites hasta el centímetro, cosa que hizo el de Arrecifes para lograr el tiempo que le permitió ubicarse segundo. En una de esas exigencias al extremo, a menos de diez minutos para el final, el Titán tuvo que hacer un trompo para evitar golpear de atrás a Will Power, que venía lento por la parte baja de la pista. Cuando la lógica indica que la mayoría terminaría pegando contra la pared, Agustín salvó el auto de un golpe. Sí, hasta en un trompo el piloto demuestra su calidad, y haber salido airoso de esa situación es todo mérito suyo.
Y cerca estuvo su compañero del Juncos Hollinger Racing, Romain Grosjean, de tocarlo cuando estaba cruzado en la pista.
Luego, al ingresar a boxes, en una maniobra confusa Canapino se tocó con Scott Dixon. Luego, el neocelandés y el argentino hablaron, se dieron la mano y todo bien. Ambos minimizaron el incidente.