En Arrecifes tenemos muchas figuras que se destacan en diversas actividades. Ni hablar del automovilismo, lo que nos identifica en todo el país; también en otros deportes; en la música, en el espectáculo y demás.
Todos conocemos a nuestras personalidades trascendentes, pero tenemos a una casi anónima, tremendamente influyente sin quererlo y talentosísima en un rubro que no se estudia ni se entrena: el arte de pensar.
Seguramente pocos conocen a Jowi Schemberger, porque a ella no le interesa que la conozcan; es más, casi que se niega a ser reconocida. Muchísimos más probablemente sepan de alguien que se hace llamar Una Piba que Escribe, o @unapibaqueescribe como aparece en las redes sociales. Y menos arrecifeños aún deben advertir que es la misma persona.
Popular y anónima a la vez, a @unapibaqueescribe la leen más de 200 mil personas entre sus casi 17 mil seguidores en Instagarm y sus 190.000 (sí, ¡ciento noventa mil!) en Facebook. Pero a Jowi, la arrecifeña de 26 años que se gana la vida como diseñadora gráfica y community manager, su enorme influencia en la sociedad no le mueve ni un pelo.
“Empecé a escribir como hobbie, por necesidad de expresarme, y lo hice con un seudónimo porque el anonimato te da otra protección para liberarte volcando en público tus pensamientos. Jamás imaginé que me iba a seguir tanta gente, ni me lo propuse”, dijo en los estudios de RADIO UNO (107.1), donde con total amabilidad aceptó ser entrevistada pese a que no le agrada demasiado.
La capacidad con la que analiza la realidad (en el aspecto que sea, desde la política hasta el amor) es admirable. Y también lo es la facilidad con la que la expresa en sus palabras. Sus escritos son breves, de lenguaje llano, pero de una enorme contundencia. El efecto que causa en los demás es todo lo contrario a lo que Jowi es: humilde, de bajísimo perfil y hasta tímida en el contacto personal. Quizás sea una de las claves de su éxito: un talento natural que fluye sin ningún esfuerzo, equilibrado por su aspecto humano; porque si algo es esta joven, es una piba que no se la cree. “Ni en pedo”, diría ella.
Jowi piensa e invita a pensar, aunque no escriba para eso. “Creo que lo que más nos hace falta como sociedad es aprender a escucharnos. En un debate o en una charla común, esperamos nuestro turno para dar nuestra opinión, ya concebida, sin importar lo que diga nuestro interlocutor. Buscamos imponer nuestra opinión, no escuchar al otro. A mí también me ha pasado, por eso ahora estoy haciendo el ejercicio de no pensar en lo que voy a decir sino despojarme de mis prejuicios y prestarle suma atención al otro: ‘A ver, escuchemos qué dice'”.
Enemiga de las grietas y los fanatismos, considera que “existen en todos los temas, no sólo en política. Es más, desde hace años la grieta ya dejó de ser política; es eminentemente social. Lamentablemente estamos dominados por la intolerancia, la agresividad, el odio. Fundamentalmente son inculcados en la sociedad por los medios de comunicación, y nos van ganando por goleada”.
Hace poco, esta piba que escribe publicó sobre el atentado a Cristina Fernández de Kirchner, y considera que “cualquiera de las posibilidades que se evalúan son malas. Si en realidad se intentó quitarle la vida, es gravísimo. Y si como creen muchos, fue un circo armado, también es gravísimo. Cualquiera que tenga razón, es malo. Ocurre en muchos aspectos en los que discutimos y nos debatimos entre dos opciones que ambas son negativas, producto de ese ‘odio'”.
Esta mente brillante podría estar escribiendo en cualquier medio nacional de los más grandes, en el que ella se proponga. O publicando libros en importantes editoriales. Y ganando muy buen dinero, por cierto. Pero tampoco es su deseo, al menos aún: “No me gustaría seguir una línea editorial ni que mis textos sean corregidos y que se altere lo que yo quiero expresar. Tampoco me gusta escribir por pedido o bajo presión de tiempos. Repito: lo hago para expresarme como lo siento y me siento cómoda como estoy. Incluso, los libros que edité los hice todos yo solita: escribir, imprimir, coserlos y venderlos. Con eso me alcanza”.
Es decididamente imposible reflejar en una nota (o en dos, o en tres o en mil) lo que Jowi piensa y transmite con tanta claridad. Por eso te invitamos a que la escuches en la entrevista (por YouTube) incluida en esta nota. O si no sos de esas 200.000 personas que la siguen, que lo hagas.
Terminamos acá porque, seguro, mucho de lo que acá decimos de ella no le va a gustar. Si hay algo que le molesta es recibir elogios: “Me incomoda, no sé qué decir ante los cumplidos”. Es más, hubiera preferido no salir del anonimato, algo que todavía intenta mantener pero -mal que le pese- inexorablemente será derribado por su incontenible talento y carisma. Hay algo de lo que quizás Jowi Schemberger no tenga ni idea: lo que transmite y lo que cautiva.